En la primera parte de nuestro especial de discos en los que la batería juega un papel más que destacado, os contamos de grandes de las baquetas como Max Roach, Kenny Clarke, Art Blakey, Roy Haynes o Billy Cobham.
En esta segunda parte, partimos de los años 80 y llegamos a los últimos años, cerrando con una Terri Lyne Carrington en estado de gracia. Como dice el cliché, no están todos los que son, pero desde luego son todos los que están. Comenzamos.
Bass Desires – Marc Johnson (ECM, 1985)
Puede que la década de los 80 no haya sido precisamente la etapa más brillante del jazz, pero desde luego no faltan álbumes que realmente merezcan la pena.
Uno de los más interesantes es el que en 1985 publica el bajista Marc Johnson bajo el sello ECM, que se rodea para la ocasión de un acompañamiento de lujo: las guitarras eléctricas de Bill Frissell y John Scofield y el baterista Peter Erskine.
Erskine venía de haber triunfado con ”Weather Report” y además participaba en algunos de los proyecto que Manfred Eicher impulsaba desde ECM. En “Bass Desires” el protagonismo de Erskine es constante, destacando sobre todo el tema que da el título al álbum. Su actuación sirve siempre al propósito de dar tensión, color y energía al resto de la formación.
Brian Blade Fellowship – Brian Blade Fellowship (Blue Note, 1998)
Brian Blade es uno de esos baterías que no necesitan presentación. Además ser uno de los músicos más talentosos de su generación, lleva 20 años demostrando su potencial como compositor.
Tras unos años de formación (1988-1996) tocando con los mejores músicos de Nueva Orleans, en 1997 decide montar su propio grupo: ”The Fellowship Band” para la que cuenta con el pianista Jon Cowherd, el bajo Chris Thomas, los saxofonistas Myron Walden y Melvin Butler y los guitarristas Jeff Parker, Dave Easley y Kurt Rosenwinkel.
Su álbum de debut, “The Fellowship Band” supone su consagración no solo como gran batería, sino como líder de banda, a la vez que realiza “cameos” ocasionales con artistas como Joshua Redman, Emmylou Harris o Bob Dylan.
Dave Weckl – Multiplicity (Strecht Records, 2005)
Dave Weckl es uno de los baterías más conocidos del mundo cuando entramos en el terreno del jazz fusión. Durante buena parte de su carrera ha sido uno de los músicos fijos de la Chick Corea Elektric Band y su carrera en solitario arranca en 1990 con el lanzamiento de “Master Plan”, trabajo que le situaría entre los must del instrumento.
Quince años más tarde presenta “Multiplicity”, una grabación llena de energía, pero en la que hay sitio que para que el resto de miembros de la banda puedan explayarse sin sentirse apabullados.
La mayoría de las composiciones resultan tremendamente alegre y optimistas, fruto también de la colaboración de Weckl con el cantante Gary Meek y el teclista Steve Weingart.
Mark Guiliana – Beat Music! Beat Music! Beat Music! (2019)
Mark Guiliana es uno de esos baterías polifacéticos capaz de hacer un bolo un día con Brad Mehldau y al siguiente acompañar de gira a David Bowie (ambas cosas son ciertas).
No solo tiene un talento excepcional, sino que la prensa le adora. Y si no, basta repasar su entrada en la wikipedia: “el New York Times lo ha descrito como un baterista al rededor del cual se ha formado un culto de admiración, mientras que Time Out señala: ‘¿Qué sucede cuando se añade a los maestros del hard bop Elvin Jones y Art Blakey a una caja de ritmos Roland 808 de los años 80, se divide el resultado por J Dilla y luego se multiplica al poder de Squarepusher? Mark Guiliana”.
Su último trabajo, “Beat Music! Beat Music! Beat Music!” le ha llevado a la nominación a los premios Grammy como mejor álbum de jazz instrumental y aunque aún no ha conseguido hacerse con el premio, estamos seguros de que no tardará en hacerlo.
Terri Lyne Carrington – Waiting Game (Wellspring Sound Studios, 2019)
Terri Lyne Carrington es probablemente la mejor batería de 2020. Nacida en Canadá, a lo largo de su carrera ha colaborado con músicos de la talla de Dizzy Gillespie, Stan Getz, Clark Terry, Herbie Hancock, Wayne Shorter, Joe Sample, o Al Jarreau entre otros.
Su banda “SocialScience”, está formada por Aaron Parks (piano y teclados), Matthew Stevens (guitarra), Morgan Guerin, (saxo y bajo), Debo Ray (voz) y Kassa Overall (mezclas y voz).
Su último disco, “Waiting Game” ha sido una de las sorpresas más interesantes de 2019. En este doble CD se combina un primer disco de reivindicación política que denuncia un país roto por el racismo y un segundo CD de pura improvisación. Entre los “invitados” al álbum encontramos a una estupenda Esperanza Spalding al bajo y el siempre notable Nicholas Payton.