Para bien o para mal, DownBeat es una de las revistas de jazz más influyentes del planeta. Normal por lo tanto que cuando publica un ranking con lo que considera que es lo mejor del año, todos prestemos atención. Si coincide con nuestros gustos, nos felicitamos a nosotros mismos y nos decimos..«¡Cuánto sé de jazz!» Si en cambio sus opiniones no nos convencen, nos encogemos de hombros y pensamos…«¡Ya no son lo que eran! ¡No tienen ni idea!»
Lo bueno es que en el caso de la revista americana, en la elaboración del ranking teóricamente solo toman en cuenta la opinión de sus lectores, que se recoge durante las seis semanas anteriores al momento en que se publica la encuesta. Es decir, los resultados no reflejan todo el jazz que se ha publicado en 2020, aunque a cambio, sí se incluyen los dos últimos meses de 2019.
Pues bien, sirva esta introducción para contaros que «From This Place», de Pat Metheny, ha sido escogido como el mejor disco de año. La noticia, que adelanté hace unos días en nuestro canal de Twitter, no convenció demasiado. Muchos como digo, se limitaron a encogerse de hombros; otros, afirmaron directamente que no les había gustado demasiado. Los menos en realidad. lo habían escuchado.
Pero al margen de la anécdota, a mí…¿qué me parece? ¿me ha gustado «From This Place?» Lo que puedo decir sin temor a arrepentirme más tarde, es que lo último de Pat Metheny es un disco interesante y desde luego, muy disfrutable…si somos conscientes que se grabó con unas circunstancias de fondo muy concretas: el lamento por unos Estados Unidos gobernados por Donald Trump y el dolor por el daño que está causando el cambio climático.
Pero sí, en mi opinion es un disco en muchos sentidos redondo, estupendo, en el que por ejemplo, los 13 minutos que dura el «America undefined» con el que se estrena (un poema épico de dolor y pena) se encuentra desde luego entre lo mejor que ha grabado el guitarrista en los últimos quince años. ¿Pero es suficiente para ser lo mejor de este año? La respuesta no es sencilla. Y como siempre comenta la cantante Itziar Yagüe, «lo importante no es lo mejor, sino lo que más lejos te lleva, lo que a ti te gusta más».
Esa posición de «subjetivismo first» es completamente válida. De nuevo, un «a mí no me tiene que decir ninguna revista qué es lo que me tiene que gustar». Pero no olvidemos una cosa. Los rankings, las listas de éxitos, los artículos en prensa y de una forma humildísima, incluso este blog, sirven para crear opinión…para ayudar al que lee a tener un mapa que le sirva de guía sobre lo que está «in» y lo que puede dejar «pasar». A saber en qué merece la pena invertir un cada vez más escaso tiempo, casi sin «temor a equivocarse». Porque a fin de cuentas…¿quién tiene tiempo para escuchar tanto como para tener un criterio absolutamente original sin influencias externas?
Los finalistas de DownBeat
Pero decíamos que son los lectores de DownBeat los que en este caso, han tomado la palabra. Y tras el «From this Place» han escogido nada menos que otros cincuenta discos que fácilmente podrían encontrarse entre lo mejor que se ha lanzado este año. Estos son los diez siguientes:
- Jazz At Lincoln Center Orchestra with Wynton Marsalis – Black, Brown and Beige
- Chick Corea/The Spanish Heart Band – Antidote
- Harry Connick Jr – True Love: A celebration of Cole Porter
- Carla Bley/Andy Sheppard/Steve Swallow – Life goes on
- Kenny Barron/Dave Holland Trio feat. Johnathan Blake – Without Deception
- Christian McBride – The Movement Revisited: A Musical Portrait Of Four Icons
- Jon Baptiste – Anatomy Of Angels: Live At The Village Vanguard
- Bria Skonberg – Nothing Never Happen
- Charles Lloyd – 8: Kindred Spirits Live From The Lobero
- Terri Lyne Carrington & Social Science – Waiting Game
¿Qué me parece? Vamos con las verdades. De los diez primeros solo he escuchado a lo largo de este año tres: el de Christian McBride (un auténtico discazo), el de Terri Lyne Carrington (no está mal) y el ya mencionado de Pat Metheny. De esos tres, probablemente solamente encontréis uno en la lista que en Caravan publicaremos a finales del mes de diciembre (sí, nosotros también somos culpables) ¿Y en la vuestra?
Por otro lado, si reviso el ranking y en posiciones más alejadas sí que encuentro otros álbumes que más se acercan a mi criterio musical. Ahí están desde luego el «Love and liberation» de Jazzmeia Horn, el «Triple Helix» de Anat Cohen y uno de los que más me ha gustado «We Are Sent Here By History» de Shabaka and The Ancestors… ¡en el último lugar de la lista de los cincuenta finalistas! ¡Cuánta injusticia!
Es una polémica de siempre definir cuáles son los mejores discos, lamentablemente no existen criterios definidos para cumplir con esta tarea. Ahora bien:
1. El gusto es tan subjetivo, que no debería ser tomado en cuenta.
2. Escoger el mejor me parece fuera de lugar, páginas digitales o revistas culturales no ofrecen un limitado número de propuestas sino muchas másademás bajo el esquema de diversidad innovación radicalidad, libertad y propuesta conceptual.
3. El arte musical no debe ser una competencia, Down Beat y demás revistas gringas tienen estáe costumbre de la competencia capitalista, ademasy de un gran sesgo fruto del gusto en algunos casos la ignorancia, chauvinismo y prejuicios. Xq
4. De hecho la sección donde califican los discos me parece absurda. ¿Por qué no mejor analizar las obras, dar puntos de vista objetivos,argumentos, no opiniones y una gran apertura a la radicalidad conceptual?