No es fácil entrar en ese universo sonoro que representa John Zorn. No puede serlo. Con más de 300 discos a sus espaldas, y con una producción musical que va desde el hardcore punk al free jazz, pasando por las bandas sonoras a lo Ennio Morricone o el klezmer judío, cualquier persona “normal” necesitaría una vida entera para poder abarcar lo que parece inabarcable.
Afortunadamente, Óscar Alarcia no es una persona “normal” y tras haber pasado más de 25 años escuchando la música de este gigante, se atreve a un “más difícil todavía” y bajo el paraguas de “Libritos Jenkins”, su propio sello editorial, ha publicado “Universo John Zorn”, un ensayo en el que a lo largo de sus más de 500 páginas, recorre la trayectoria del que es uno de los músicos más influyentes de los últimos 30 años.
Todos los “Zorns” se asoman en este libro. Zorn como epítome de la hiperproductividad discográfica y de la composición compulsiva. Zorn como capo de una discográfica exquisita (Tzadik) que edita sin cesar joyas de vanguardia. Zorn como ese “libreprensador” que decide retirar su catálogo de todas las plataformas de streaming, o Zorn como ese provocador procaz que realiza su primera gira por Alemania vestido de prisionero de Auschwitz. Y también, claro está, el Zorn saxofonista, dueño de una técnica consumada que pone al servicio de una imaginación desbocada.
Y es como afirma Javier Díez Ena, en el prólogo de este libro, “hay libros dedicados a artistas influyentes gracias a unos pocos discos, hay libros dedicados a un solo disco, incluso a una sola canción. Aquí comienza un libro dedicado a alguien que ha creado todo un universo sonoro, un universo perpendicular u oblicuo expandido a través de cientos de discos propios, miles de colaboraciones y decenas de estilos y conceptos únicos”. Charlar con Óscar Alarcia supone pues, entreabrir una puerta a ese universo.