Suele decirse que tras los músicos, nadie ha hecho más por el mundo del jazz que sus grandes fotógrafos. Lo saben bien artistas como Chet Baker, que probablemente nunca hubiese sido tan popular sin el apoyo fotográfico de William Claxton en sus primeros años. Tanto para ilustrar las portadas de esos álbumes históricos que todos recordamos, como en la fotografía de conciertos y sesiones de grabación, la del fotógrafo de jazz ha sido históricamente una figura fundamental, sin la que que no puede entenderse la popularidad y la extensión mundial de este género musical.
Es así como tras la venta de discos, unan gran parte de los aficionados al jazz se lanzan de cabeza a comprar libros fotográficos que los trasladan a otra época y que, con un poco de imaginación, les hacen soñar con los grandes conciertos de Miles Davis, Billie Holiday o John Coltrane. Hoy en día y aunque es verdad que muchos conciertos, clubs y festivales no se lo están poniendo precisamente fácil a los fotógrafos, la imagen del músico sobre el escenario sigue jugando un papel fundamental y no resulta raro descubrir cómo se organizan todo tipo de exposiciones que nos llevan a revivir esos momentos mágicos. Hoy en Caravan Jazz queremos hablaros de ocho grandes fotógrafos que tenéis que conocer.
Skip Bolen
Nacido en las afueras de Nueva Orleans, Skip Bolen es uno de los grandes fotógrafos de jazz de la actualidad. Tras licenciarse en Publicidad y Diseño en Nueva York, desarrolló una carrera como diseñador gráfico y director de arte en el sector editorial en su ciudad natal, mientras por la noche se «perdía» en los clubs de jazz.
Años más tarde se traslada a Nueva York donde comienza a trabajar con fotógrafo en Condè Nast, combinando su actividad profesional con una afición que le lleva a pasar buena parte de su tiempo en los clubs del Greenwich Village.
Después de vivir en la gran manzana durante varios años, se traslada de nuevo a Nueva Orleans, donde compra su primera cámara Leica para dedicarse a la fotografía a tiempo completo, sobre todo para fotografiar a los músicos de jazz en su estudio del Barrio Francés, el ambiente festivo del Mardi Gras y los clubs.
Las fotografías de Skip Bolen se encuentran en colecciones públicas y privadas, entre ellas el Ogden Museum of Southern Art de Nueva Orleans, el Louisiana State Museum y el David C. Driskell Center for the Study of the Visual Arts and Culture of African Americans and the African Diaspora de la Universidad de Maryland. Sus fotografías han aparecido en diversas publicaciones, como The New York Times, Life, Rolling Stone, Vogue, New York Post, US Weekly, Elle, MTV, VH-1, New York Magazine, Jazz Times, Downbeat y muchas otras.
Luciano Rossetti
El italiano Luciano Rossetti es, desde los años 70, uno de los fotógrados europeos de jazz más importantes del mundo. Periodista publicitario, colaborador de ‘L’Eco di Bergamo’ desde 2004, fue coordinador de fotografía en la revista ‘JazzIt’ entre 2000 y 2004. Como fotógrafo independiente, colabora desde 1999 con la revista «Musica Jazz», una de las más antiguas del viejo continente.
Sus trabajos han recibido numerosas menciones y premios, como el haber sido nominado en 2016 y 2017 en los JJA Jazz Awards en la categoría de mejor fotografía de jazz del año, o haber sido seleccionado en 2021 como el mejor fotógrafo de jazz por Jazz World Photo.
Jimmy Katz
Jimmy Katz es uno de los fotógrafos de jazz más solicitados de Estados Unidos. Nacido en Nueva York, se licenció en Ciencias Políticas y estudió fotografía con John McKee en el Bowdoin College. Como fotógrafo ha participado en más de 300 sesiones de grabación para todo tipo de músicos y sus imágenes ilustran decenas de revistas.
Enre otros medios es colaborador habitual de DownBeat y ha obtenido el premio a la excelencia fotográfica de la Asociación de Periodistas de Jazz en 2006 y 2011 .
Don Hunstein (1928-2017)
Don Hunstein trabajó en Columbia Records durante casi tres décadas (entre 1955 y 1986) y fue uno de los fotógrafos de referencia del sello. Ilustró las portadas de discos de Miles Davis, Thelonious Monk o Carlos Santana.
Entre sus fotografías más icónicas, la de un jovencísimo Jaco Pastorius en primer plano que ilustra la portada del álbum «Jaco Pastorius» de 1976. A él le debemos también algunas de las más icónicas fotografías de estudio de Billie Holiday, Mahalia Jackson o el propio Miles, en algunas de las sesiones de grabación más importantes de finales de la década de los 50.
No obstante, la que probablemente sea su imagen más conocida no sea la de un músico de jazz, sino de Bob Dylan. En la portada de «The Freewheelin’ Bob Dylan» se ve paseando al músico junto a Suze Rotolo.
Hermand Leonard (1923-2010)
Herman Leonard es uno de los más icónicos fotógrafos de la historia del jazz. Por su cámara pasaron estrellas como Dexter Gordon, Art Blakey, Charlie Parker, Bud Powell, Dizzy Gillespie, Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Duke Ellington o Miles Davis entre muchísmos otros.
Durante los años 50 fue uno de los fotógrafos de cabecera de Norman Granz y produjo portadas de álbumes para Verve y Pablo Records entre otros sellos. Por otro lado y como fotógrafo freelance, su trabajo encontró una gran repercusión en revistas como Downbeat y Metronome.
Residió posteriormente en París donde trabajó durante más de 25 años para Barclays Records y además del mundo musical, trabajó con firmas como Yves Saint Laurent o Dior. Buena parte de su legado fotográfico se perdió con el huracán Katrina aunque mucho de lo que se ha podido recuperar (entre otras cosas fotografías del jazz entre los años 1940 y 1960) se exhiben en el museo de Historia Musical americana que se encuentra en el Instituto Smithsonian de Washington.
William Claxton (1927-2008)
A William Claxton le debemos muchas de las fotografías más interesantes del jazz de los años 60. Pero sobre todo, le debemos rendir pleitesía por ese enorme testimonio que es Jazz Life.
«Jazz Life» es la historia de un viaje. El viaje que en 1960 emprendieron el fotógrafo y el musicólogo alemán Joachim E. Berendt para descubrir las raíces y el alma del jazz. De costa a costa, de músicos callejeros anónimos a leyendas del género, la obra explora aquello que convirtió al jazz en la forma estadounidense más original. En Nueva Orleans y Nueva York; en St.Louis, Biloxi, Jackson y mucho más allá, las imágenes tiernas y apasionadas de Claxton examinan la diversidad regional del jazz y captan su vitalidad y esencia.
Muestran a los compositores y los diversos espacios, a la gente a la que la música ha cautivado, desde desfiles funerarios hasta escenarios de conciertos. En las páginas de este libro se vive, se respira, se siente un modo de vida que más de cincuenta años después, prácticamente ha desaparecido.
Claxton fotografía a algunos de los más grandes: Charlie Parker, Count Basie, Duke Ellington, Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Miles Davis, Charles Mingus, Thelonious Monk, John Coltrane y muchos otros. Pero a la vez, captura el espíritu de todos los que a mediados del siglo XX, habían hecho del jazz su forma de vida. Por otro lado, a Claxton también le debemos algunas de las fotos más bonitas que se han tomado nunca de Chet Baker.
William P. Gottlieb (1917-2006)
William P. Gottlieb desarrolló buena parte de su carrera profesional en el Washington Post y es conocido por sus imágenes de la llamada «Edad de Oro» del jazz estadounidense de las décadas de 1930 y 1940.
Sus imágenes en blanco de negro de Billie Holiday, Charlie Parker y Django Reinhardt y su fotografía en color de 52nd Street de New York City en 1948, donde se concentraban un gran número de los clubes de jazz más conocidas de aquel entonces, se encuentran entre los grandes clásicos de todos los tiempos.
En una carrera que solo abarcó 10 años, de 1938 a 1948, Gottlieb tomó más de 1600 imágenes de los músicos de jazz más destacados, actuando principalmente en clubes de jazz de Nueva York y Washington, D.C. con protagonistas como Dizzy Gillespie, Earl Hines, Jo Stafford, Thelonious Monk, Stan Kenton, Ray McKinley o Benny Goodman por citar tan solo algunos de los artistas que retrató.
Francis Wolff (1907-1971)
Además de ser uno de los grandes productores ejecutivos de Blue Note y amigo personal de Alfred Lion, Francis Wolff fue uno de los fotógrafos de jazz más interesantes de los años 50 y 60.
No tanto porque como los que hemos visto hasta ahora se dejase caer por los clubs para fotografiar a las grandes estrellas del momento, sino sobre todo por el acceso que tenía a todas las sesiones de grabación del sello, muchas de las cuales acabó fotografiando dejándonos en consecuencia, un archivo espectacular.
Sus fotografías más interesantes son aquellas en las que captura la esencia del artista cuando baja la guardia y se relaja; cuando está concentrado en su creatividad o cuando no imagina que le están fotografiando. En este sentido, resultan muy especiales las fotografías que hace de músicos comoJohn Coltrane, Clifford Brown, Ornette Coleman o Don Cherry.
Sus instantáneas, frecuentemente empleadas para las carátulas de los álbumes (muchas veces completadas por los inspirados diseños de Reid Miles), definieron la estética del jazz durante dos décadas y aún hoy, son una parte esencial de la era dorada del sello estadounidense.
Jazz y Fotografía, dos grandes pasiones.
Las fotos en blanco y negro son impresionantes y, para mi opinión, las más adecuadas para reflejar toda la belleza del Jazz.
Aquí hay mucho material para disfrutar.
Muchas gracias, Rudy.
Un abrazo.
Estupenda entrada donde he podido recordar la obra de grandes fotógrafos conocidos, y otras fotografías que aunque conocía, desconocía su autor.
Curioso que el mundo del jazz se encuentre más «cómodo» en el blanco y negro.
Por último no puedo dejar de recordar a la gran Esther Cidoncha. Magnifica fotógrafa dedicada a este mundillo de la fotografía del Jazz que nos dejo demasiado pronto.
Saludos
Art Kane, quizás?