Tras años curtiéndose en diversos escenarios, acompañando a artistas de distintas corrientes, la flautista Marta Mansilla debuta como líder de la banda Eme Eme Project lanzando Pacemaker, un disco en el que condensa sus múltiples influencias para proponer un estilo propio y que el próximo 29 de octubre tendrá su estreno oficial en el Café Berlín.
Aunque quedan varios meses para cerrar 2022 Pacemaker seguramente se encontrará entre los lanzamientos más destacados del año en la escena local. Un disco fresco, a tono con mucho de lo que está sucediendo fuera de nuestras fronteras, bebiendo de diversos estilos −jazz, hiphop, neo soul−, fusionándolos y permitiendo a la madrileña comenzar a dar forma a una voz propia.
El debut de Mansilla como líder de banda no debe llevar a confusión. A sus 38 años, lleva muchas temporadas madurando su música, la que ha crecido en múltiples colaboraciones y variopintos proyectos. Sideman de Rozalén, Sweet California o María Peláe, entre otros artistas, como integrante de Las Texidoras y Emeterians, o asociándose a proyectos tan singulares como aquella joya oculta llamada Acuarela de paso, el disco del guitarrista Jaby Sánchez que encontró en la flauta de Mansilla una segunda voz idónea.

Todo este bagaje hace parecer casi extraño que a la fecha Mansilla no contara con un proyecto propio. “Era muy vergonzosa. En el mundo del jazz se crea mucha familia yendo a jams, he estudiado en muchos sitios, pero siempre me quedaba en la segunda fila, no me gustaba exponerme tanto”, dice esbozando una explicación.
Cierto es que todo este tiempo en segunda fila, conviviendo con múltiples estilos, desde el flamenco al pop, del reggae al jazz, le ha permitido acometer la propuesta y generar una estética, con sello propio, en Eme Eme Project.
“Siempre he tenido la inquietud creativa. He tenido muchas ganas de componer y hacer mi música, pero hasta ahora me lo tomaba como algo personal o como algo que me servía para presentar ideas en los distintos grupos en los que participo, pero nunca me había dado la libertad de ponerme seria con esto, de decir ‘me voy a sentar, voy a hacer mis temas y voy a buscar cuál es mi identidad y que es lo que quiero hacer”, dice Mansilla. Y la búsqueda se la tomó muy en serio.
Los inicios
Bastan algunos minutos de conversación con Marta para que de inmediato afloren las influencias y gustos que han ido configurando su propuesta. Nombres conocidos de la escena internacional, especialmente, de EE.UU. como Robert Glasper, Nate Smith, J Dilla o Moonchild se cuelan en la conversación, tal como lo hacen en los en diversos pasajes de los nueve temas del disco.
“Declaro muchas influencias, creo que las tengo, que están en mi música y que son inevitables, pero al final cuando pasa tanta música, todo se transforma en un pozo que está dentro de ti, pero que filtras y al final está tu manera”, explica sobre el tipo de música y sonido que propone en el disco.
Por cierto, que estas variadas influencias están presentes, pero Pacemaker no es un collage ni un ejercicio de distintos estilos. Teniendo temas bastante diversos entre sí −Clara y San-Pler, por ejemplo−, el conjunto del álbum se muestra compacto, con una textura que los recubre y les da coherencia.

Mansilla es quien firma todas las composiciones, sin embargo, a la hora de bautizar al proyecto declinó usar su propio nombre y sólo dejó sus iniciales. Una manera de poner en valor el rol que cumple su banda, con la que cocinó por largo tiempo el disco. En esta apuesta la acompañan David Sancho al piano, junto a una magnífica Virginia Alves a la voz y letras y que complementan perfectamente Jesús Caparros en el bajo, Alberto Brenes en la batería y At.One a la voz.
Si bien Pacemaker fue lanzado a inicios de 2022, la semilla del disco comenzó a germinar muchos años antes. “Empiezo a tener muchos bolos con David. Empezamos hace cinco años. Es inevitable. Los dos tenemos una amplitud de gusto musical, coincidimos que somos super eclécticos”, explica respecto a Sancho compañero de banda y de vida de Mansilla.
En estos primeros bolos fundamentalmente interpretaban versiones, desde Manolo García a Christian Scott, en otra muestra más de un universo musical amplio y ecléctico. Es a partir de estos shows que van incorporando sus primeras composiciones y donde comienza a plantearse la necesidad y el deseo de presentarlos con una banda propia.
Así, a las presentaciones que hacían con Sancho se sumó Brenez. Por otra parte, la pandemia y el cese de actividades de Cirque du Soleil, llevan a que Alves pase más tiempo en Madrid, ya que hasta entonces la cantante ponía su voz en dos de los principales espectáculos de esta compañía en EE.UU. Luego entra Jesús Caparros, quien ya trabajaba con Sancho y de ahí a Eme Eme Project sólo hubo un paso.
El proceso creativo y la grabación
En el proceso creativo de Mansilla adopta diferentes fórmulas y complicidades, y en todas ellas Sancho y Alves son parte fundamental. Mientras Sancho es el primero en acceder a las ideas y composiciones de Mansilla, proponiendo los arreglos, Alves es quien interpreta el mensaje y pone letra y voz a sus composiciones, todas en inglés. “Es una cuestión de que siempre hay ciertas cosas que he visto en ciertos idiomas y este tipo de música me cuadraba más en inglés”, comenta. En este punto, sólo con escuchar Dillo, el tema que da inicio al disco, podréis confirmar lo acertado de la decisión.
“En la mayor parte de los temas tengo la composición hecha, los acordes y arreglos, y se los planteo a David”, explica Mansilla, aunque también hay algún tema compuesto desde cero en colaboración, como el caso de Simon Mavin’s Pedal.

“Hay cosas que se me ocurren desde la flauta, pero en mi caso no compongo tanto desde una melodía sino más bien desde una idea y se nota. Para mí las ideas son más fórmulas rítmicas que se van desarrollando y se nota que yo me he sentado al piano… Si partiera solo de la flauta sería otro disco distinto”, agrega.
Luego estas ideas y canciones son compartidas con Virginia. En muchas ocasiones este trabajo lo hicieron a la distancia. “He depositado una confianza plena en decir este tema va de esto, quiero hablar de esto y te voy a dar frases que tengo”, detalla respecto a la complicidad que tiene con Alves. “En todos estos años Virginia me ha ido mandando todas sus ideas. Tengo letras de Virginia desde que es muy pequeña. Nuestra relación se ha ido basando más en una amistad generada a partir de lo que creamos cada una. Le encanta escribir y siempre me ha parecido que su mensaje me cuadra muchísimo”, destaca.
No todos los temas de Pacemaker tienen letra. En algunos sólo están presentes arreglos vocales totalmente acoplados al sonido de la banda, como un instrumento más. El mensaje del disco con texto o sin él está marcado por la vida, por el movimiento. Coincide durante su desarrollo que varias de las amigas cercanas de Marta tuvieron hijos. “Quería hacerles un regalo”, dice sobre los temas Alma y Clara presentes en el disco y Candela, el single de adelanto y que no fue incluido en este álbum. “Fue el primero que grabamos y quedó fuera porque nos gustó tanto como resultó en directo en el video que no quisimos a hacerlo en el disco otra vez porque íbamos a estar condicionados… no quería forzarlo en el estudio”, explica.
El estudio de grabación escogido para el disco fue otro de los puntos en que Mansilla decidió trabajar con gente cercana que le brindaba confianza plena. “He intentado buscar lo que para mí era lo mejor y para grabar Camaleón Estudio. En este tipo de música en Madrid para mí es el estudio de referencia”, dice agregando que lo que más tranquila la tenía era “que sabes que vas a entrar y que es como estar en tu casa, que te van a tratar con cariño y cuidado y que lo que estás haciendo les importa”.
Finalmente, la post producción del disco corrió por cuenta de Pablo Martin Jones, músico y productor que ha trabajado con Rosario La Tremendita y Moisés P. Sánchez, entre otros.
“Cuando le planteé el proyecto a Pablo, me preguntó si quería que fuese el productor, pero le dije que quería mantener la tocata como estaba (…) Como grupo teníamos una identidad bastante fuerte, en el que yo quería que cada uno desarrollara un poco lo que quería decir en el disco. No quería tener la figura de que alguien me dijera qué tengo que hacer, sino más bien de ‘esto es lo que he hecho y a partir de ahí ver qué vuelta de tuerca podemos dar’. Es un planteamiento distinto”, cuenta, valorando el trabajo con Martin Jones. Para Mansilla, que el disco tenga un color, una textura, es en buena parte resultado de este trabajo y sintonía.
Una fecha especial
El largo camino de gestación de Pacemaker ha alterado lo que sería un orden lógico de presentación del disco. En muchos de los conciertos que dieron a inicios del 2022 ni siquiera alcanzaron a tener el CD disponible. De hecho, no pudieron contar con él hasta marzo de este año.
Tras la pandemia, los shows de Eme Eme Project se han extendido por distintos lugares como Albacete, Gijón, Vitoria y el reciente festival de jazz de Ibiza, además de presentaciones en distintos escenarios de Madrid. Todo se suma a una nutrida agenda de conciertos programados para el último trimestre de 2022, que llevará a la banda a presentarse en Navalafuente el próximo 30 de septiembre, el 13 de noviembre tocarán en el auditorio Paco Rabal de Madrid. Los días 17,18 y 19 de noviembre girarán el disco por distintos escenarios de Sevilla, y en diciembre dirán presente en el festival de jazz de Segovia, el Segojazz.
Sin embargo, no hubo un pistoletazo de salida o una presentación formal de este trabajo y ésta era una deuda por saldar. “Me quería dar el gusto de hacer una presentación como lo que yo hubiese querido tener como el primer bolo que abre esto. Y lo presentaremos en octubre y a lo mejor añadiremos algún tema nuevo en el que ya estamos trabajando. Queremos hacer algo distinto, con la banda completa, las colaboraciones, los dos cantantes. Queremos hacer algo especial ese día en el Berlin”, comenta respecto a la presentación del 29 de octubre.
No sería raro que Mansilla siga presentando música en otros estilos o colaboraciones, sí que tiene claro que quiere dar continuidad a Eme Eme Project y la estética de Pacemaker. “Estamos haciendo ideas para sacar un próximo disco, cuando se pueda”, confirma.
Es posible que el universo de influencia de la flautista vuelva a estar presente y evolucione el sonido de la banda. “Creo que la base sí que estará, se notará que son las mismas ideas, tampoco creo que vaya a cambiar tanto, pero muchas veces estoy escuchando música y me da por rachas”, dice concretando que ya trabaja con Alves en letras para los próximos temas. “La facilidad ahora es que tocamos juntas todos los meses… nos estamos viendo todo el rato. Ponemos algo y vamos creando”, concluye.