Si le preguntásemos a Google su opinión sobre el grupo de jazz del momento, probablemente en un buen número de búsquedas los nombres de DOMi y JD Beck se mostrarían casi con total seguridad en la primera página.
Y no es para menos. «Padrinos» como Herbie Hancock, Snoop Dog, Thundercat, Anderson Paak, Terrace Martin o Robert Glasper han convertido a este jovencísimo dúo en un fenómeno que es difícil de catalogar. DOMi Louna, pianista francesa de 20 años, era hasta hace no demasiado una de las jóvenes promesas del conservatorio de Berklee en París. El texano JD Beck por su parte, se convertía en uno de los baterías más interesantes del momento con tan solo 17 años.
Ambos entran de lleno en esa clasificación tan extraña que habla de «niños prodigio». Ella empezó a tocar música a los tres años y entró en un conservatorio poco después; de él se dice que a los ocho años ya componía música y producía sus propios temas, a la vez que en sus «ratos libres» y en la estupenda tradición de J Dilla, sampleaba jazz en su MPC como si no hubiera un mañana.
En 2018 ambos fueron invitados a formar parte de un conjunto que formaría parte de lamería anual de la National Association of Music Merchants (NAMM) y la prodigiosa intervención de Robert Searight II (batería de Snarky Puppy) les llevó a estrechar lazos, componer música y sobre todo, llamar mucho la atención tanto en redes sociales.
Su historia probablemente no hubiese pasado de aquí, si no fuera porque la atención que cada vez más recibían especialmente en YouTube, les proporcionó un escaparte de lujo poco más tarde. En el que fue el primer Blue Note Jazz Festival en Napa Valley, formaron parte de la banda que Terrace Martin reunió en torno a su proyecto «Dinner Party», lo que les llevó a compartir escenario con Robert Glasper y Kamasi Washington. Pero es que al día siguiente la pareja repitió de nuevo junto a artistas de la talla de Flying Lotus, Keyon Harrold y el presentador Dave Chappell. Eran imparables.
Por sin esto fuera poco, y en lo que desde luego debe ser un sueño para cualquier artista incipiente, no tardaron en grabar su propio Tiny Desk Concert en la NPR y como propulsados por una catapulta vertiginosa, acabaron actuando y siendo entrevistados en el talk show nocturno de Jimmy Kimmel, lo que les dio una proyección nacional.
El debut para Blue Note: «NOT TiGHT»
Era por tanto cuestión de tiempo y en la carrera por ser el primero, el vocalista, baterista y productor de R&B Anderson .Paak los fichó para su nuevo sello APESHIT, que se asoció con Blue Note Records para hacer de su debut, su primer lanzamiento: «NOT TiGHT».
Del resultado de este disco, Don Was no ha podido ser más elocuente y en declaraciones a Down Beat decía: «hay un hilo conductor que une a todos los artistas que han grabado para Blue Note: todos han estudiado y dominado los fundamentos precedentes de la música y luego han aplicado ese conocimiento para ampliar los límites del jazz. DOMi y JD no son una excepción, y se dirigen con audacia hacia donde nadie ha ido antes. … No tengo ni idea de adónde van a llevar las cosas, pero me muero por averiguarlo, y la capacidad de suscitar ese tipo de curiosidad y fascinación es uno de los sellos distintivos del gran arte.»
Por supuesto que un sello cuente con los recursos infinitos que tiene Blue Note para producir cualquier álbum, es casi una garantía de calidad, por no hablar de que pocos artistas pueden presumir que en su disco de debut se vayan a involucrar nombres como los de Hancock, Busta Rhymes, Snoop Dog, Thundercat, Ariana Grande, Earl Sweatshirt, o Eric André. O hay mucho interés en que las cosas salgan bien o hay muchas ganas.
¿Y cómo suena? En la reseña que en Caravan publicamos el mes pasado afirmábamos que «nos encontramos con un álbum que casi podríamos definir como experimental y en el que más que temas propiamente dicho y con un desarrollo marcado, lo que nos encontramos son distintas bases que juegan con el jazz y el hip-hop lo-fi, creando sensaciones y atmósferas vibrantes y ciertamente muy interesantes… sin que tengamos sin embargo demasiado claro a dónde quieren llegar».
Porque esa es la sensación que produce este disco después de una primera y atenta escucha. Pero si insistimos y volvemos a escucharlo, y lo hacemos de nuevo y una vez más, descubrimos parte de su secreto: un ritmo, un «Je ne seis quoi» que engancha desde el principio hasta el final.
Patidifuso, me han dejado. A pesar de que tienen pintas de ser una especie de Carpenters para la generación TikTok, entre el concierto Tiny Desk que integras y su disco de debut, la verdad es que les veo solvencia de sobra. JD Beck hace auténticas virguerías en la batería, y Domi tiende a imponer un modo más clásico a los teclados/piano eléctrico; la tensión que crean entre los dos ofrece no pocas sorpresas (como botón de muestra, «WHOA» de su disco de debut). Creo que tienen mucho potencial. Y, al margen, son divertidísimos.
También parece que han estado haciendo en directo una versión de «My Favorite Things». Rudy, no sé si esta se podrá incluir en tu selección de versiones de ese clásico:
Ayer los vi por 1 vez en el Soho Londines, me encantan. Tienen potencial a raudales y clase. Me sorprendio esa manera rítmica tipo Pastorius que tienen y al que mencionaron.