No es la primera vez que os hablo de la importancia que tiene un DAC a la hora de mejorar la forma en la que podemos disfrutar de nuestra música digital. En Caravan os hablaba hace no demasiado, de dispositivos como el FiiO K5 Pro ESS o el FiiO K9 Pro, que nos van a permitir poder disfrutar de una gran experiencia en este terreno y que están pensados para disfrutar de nuestra colección musical en casa.
¿Pero qué ocurre si lo que queremos es disfrutar de nuestra música cuando estamos fuera, sin renunciar a esa calidad a la que nos hemos acostumbrado? Podemos por supuesto «aguantarnos», decirnos que en realidad «no es para tanto» y salir de casa con nuestro smartphone y los casos. ¿Quién no lo hace alguna vez… o prácticamente siempre? Si en cambio ya hemos probado lo que es escuchar música de calidad y hemos desarrollad ese gusto «sibarita» tal vez esto poco a poco nos deje de convencer. ¿Qué hacer entonces?
Tenemos básicamente dos opciones: o nos hacemos con un reproductor dedicado, es decir, lo que sería el sucesor de ese reproductor MP3 que hace tiempo que acumula polvo en un cajón de casa o, como nos recomiendan cada vez más marcas, optamos por un DAC «de bolsillo» y a ser posible, con amplificación Bluetooth.
Yo que era escéptico al principio (por eso de que el Bluetooth nunca me ha maravillado), he cambiado de opinión cuando amablemente, los chicos de FiiO me han dado la oportunidad de probar su último DAC: el BTR7. Ocupa casi como un mechero y el resultado que ofrece es sensacional. Y lo sé, leyendo este artículo y otros que he publicado en Caravan, parecería que de alguna manera en FiiO me pagan por hacerles publicidad...¡qué más quisiera!
La única verdad es que a la marca le encantan medios que mezclan lo tecnológico con lo musical y siempre que tienen una novedad interesante me preguntan si la quiero probar… sin compromiso. Sobre lo que es posible hacer con este cacharrito o de cómo mejora la experiencia de escucha, os hablo con más detenimiento en MC, donde la semana pasada publiqué un pequeño análisis.
Espero que después de daros tanto la «tabarra» con este tema, os animéis a probar alguno de estos dispositivos (da igual la marca) y podáis comprobar cómo efectivamente, vuestra música digital tiene mucho más qué ofrecer de lo que podíais pensar.