Ron Carter

Ron Carter: el “top 5” de un músico que tiende a infinito

Hablar de Ron Carter implica hablar necesariamente de la historia del jazz, porque sin duda alguna el músico tiene una de las carreras más prolíficas del género desde que comenzara con ella a finales de los años 50. Pero también de un presente muy vivo; y de un futuro en el que sus huellas trazarán el camino de otros muchos músicos de jazz. El contrabajista estadounidense cumplirá el próximo mayo la friolera de 86 años, pero su actividad musical es más propia de un jovenzuelo de treinta: podemos verlo en sus redes sociales, donde se prodiga con elegancia y esmero, transmitiendo conocimientos, publicando directos de los conciertos que pueblan su apretada agenda, entrevistas, reflexiones, documentos y álbumes históricos, y algún que otro “meme” que demuestran que su mente sigue fresca y lozana.

Es tarea complicada hacer una selección de cinco álbumes de Ron Carter, porque su producción musical es tan abundante y variada que las listas de grabaciones en las que ha participado se hacen en ocasiones demasiado largas y engorrosas de seguir. Algunos seguidores acérrimos publican sus muy personales preferencias por categorías, y es que no hay otra manera de poder catalogar esta inclasificable y diversa creación de casi 2500 grabaciones.

Recordemos que Ron Carter, aparte de ser líder de numerosas formaciones en formato trío y cuarteto, ha acompañado a nombres propios ligados de por vida al jazz como fueron Miles Davis, McCoy Tyner y Herbie Hancock. Por si fuera poco, también ha participado en la banda sonora de producciones cinematográficas y series de televisión. Volviendo a la categorización de su extenso catálogo, el pianista estadounidense Noah Baerman realiza en su blog un interesante estudio de la obra del contrabajista, viéndose obligado a dividirla en varias secciones para encontrar algo de claridad y poner orden en este maremágnum de composiciones propias como líder, versiones de estándares o contribuciones como sideman. Ahí encontramos un pormenorizado análisis de su obra en categorías como “Bass solos”, “Acoustics bass”, “Ballads”, “Ron Carter cello or ‘piccolo bass’”, “Duets”, “Groove jazz”, “Lead”… y así un largo etcétera que convierten su música en una deliciosa historia interminable.

Esta abundancia haría imposible que dos personas pudieran coincidir en un “top 5” como este; y también, por qué no asumirlo, porque es inviable para un adulto trabajador (y con hijos pequeños en mi caso) conseguir el tiempo necesario para escuchar con la atención que se merecen las horas y horas de grabaciones memorables en las que Ron Carter participa. A mí me haría falta media vida más para enfrentarme a la dura empresa de ordenar del uno al cinco tamañas obras maestras. Por tanto, aclarado queda que este artículo que comparto con vosotros es una muy personal selección de mis cinco álbumes favoritos del contrabajista estadounidense, un músico al que espero tengamos oportunidad de seguir viendo y escuchando en directo durante muchos años más. Rezaremos a las deidades musicales para que eso sea así…

All blues (1974, Masterworks Jazz)

Grabado en los famosos estudios Van Gelder de Nueva Jersey, entra en mi lista porque es capaz de transmitir un intenso sentimiento de “blues” sin llegar a serlo realmente. Quizá la participación del teclista Richard Tee tenga algo que ver en ello, quien imprime un toque novedoso a lo que identificamos habitualmente como “blues”.

Junto a Ron Carter, están Ronald Hanna al piano (sideman que participó en cientos de conocidas grabaciones), al saxo tenor Joe Henderson y el panameño Billy Cobham a la batería. Es posible identificar algunas suaves pinceladas influenciadas por el Miles Davis de principios de los años 70, no solo por la estupenda versión de “All Blues” que contiene este álbum sino también por la presencia del propio Cobham en la grabación, músico que había participado de forma activa en los importantísimos álbumes del trompetista de Illinois “Bitches Brew” o “A Tribute to Jack Johnson”.

Piccolo (1977, Milestone)

Álbum para los amantes del auténtico sonido del bajo, que merece una escucha atenta y dedicada de cada uno de los solos. Grabado en formato cuarteto, la sección rítmica fue de ensueño: Kenny Barron al piano, Buster Williams al bajo (ambos aún en activo) y Ben Riley, el eterno baterista del saxo tenor Johnny Griffin en su productiva primera etapa de los años 60. Por último, el propio Ron Carter al “piccolo bass”, instrumento en cuya concepción original es probable que participara hacia 1970 y que usa por primera vez en su “Blues farm” (1973, CTI).

Según el contrabajista, “este es un instrumento que mandé hacer especialmente para mí hace años, cuando quería dirigir mi propia banda y que fuera obvio que yo era el líder, y no el cantante o el trompetista u otro músico que estuviera delante. Lo he tocado en muchas grabaciones a lo largo de los años, incluido, como es lógico, en el álbum Piccolo”. En este video podéis verlo en plena acción con tan peculiar bajo en una afinación más aguda de lo habitual.

A song for you (1978, Milestone)

Un álbum muy fácil de escuchar, sin esa elevada energía y rigidez que a veces tanto nos sobra en el género, incluso con temas donde la languidez de instrumentos distiende un ambiente propio para acompañar en cualquier situación del día a día. No confundir con el insoportable “jazz de ascensor”, aquí hay mucho que descubrir en temas en los que hay hasta cuatro violonchelistas balanceando el bajo de Ron Carter o la batería de Jack DeJohnette, quien también participara en el “Bitches Brew” de Miles Davis (aportando aquí precisamente todo lo contrario de lo que significó este último álbum).

Particularmente innovador para la época me parece el inquietante tema “El Ojo de Dios”, con influencias claramente árabes y españolas entremezcladas magistralmente con la guitarra de Jay Berliner. La versión del “Someday my prince will come” que Miles Davis popularizó en su versión más jazzística en el álbum homónimo, quizá sea una buena prueba del carácter anémico y pausado de esta grabación.

Foursight, Stockholm Vol.2 (2019, In&Out Records)

Es uno de los pocos álbumes de Ron Carter en formato vinilo que tengo en mi colección, porque considero que es una estupenda representación de quién es el contrabajista. Con 81 años en aquel momento, volvía a demostrar (con un cuarteto de profesionalidad y refinamiento poco comunes) que estaba en plena forma para afrontar los retos del jazz contemporáneo sin perder de vista las bases sobre las que se formó.

Grabado en 2018 durante un concierto en el afamado club sueco “Fasching”, Ron Carter está acompañado en esta ocasión por la pianista Renee Rosnes, Jimmy Greene al saxo tenor y Payton Crossley a la batería. Se trata de un álbum sin grieta alguna y con un sonido tremendamente convincente, porque suena a contemporáneo y a años 60 a la vez. Las dos versiones del “Cominando” compuesto por el propio Ron Carter dan fe de ello, al igual que una preciosa adaptación del standard “Joshua” de Miles Davis y Víctor Feldman en el que el cuarteto saca músculo con todo su potencial rítmico.

Finding the right notes (2022, In&Out Records)

Este es el álbum que, a mi parecer, condensa en poco más de una hora todo lo que fue y es Ron Carter en el mundo del jazz. Porque quizá esa también es su intención, ya que fue publicado con ocasión del documental “Finding the right notes”. Una cinta de la cadena norteamericana PBS que se presenta como “un retrato íntimo del genio silencioso que habla con su música, que sacó el contrabajo de un segundo plano para convertirlo en el centro de atención”.

En la grabación que se publicó al mismo tiempo que el documental, se incluyen pistas grabadas entre 2014 y 2021 en diferentes conciertos, y conforman una buena mezcla heterogénea, pero compacta al mismo tiempo, de casi todas las maneras en las que el músico ha podido tocar: en dúos, big-bands, interpretando composiciones propias o estándares… A destacar dos temas: el primero de ellos la versión del “Sketches of Spain” de Miles Davis, que me parece una de las intervenciones más emotivas que he podido escuchar del contrabajista. Y también el tema que cierra el álbum, el “Sweet Lorraine” que interpreta con mucho swing junto al galardonado pianista Jon Batiste.

Creo que todos coincidimos en que el mundo de la música en general y el de jazz en particular, le deben mucho a Ron Carter. No sólo por sus infinitas grabaciones que parecen tender a infinito, sino por haber contribuido enormemente a poner el contrabajo en el lugar que realmente se merece y a convertirlo en un instrumento con identidad y personalidad propias.

¿Cuáles son tus álbumes favoritos de Ron Carter? ¡Te leo en los comentarios del artículo o en las redes sociales de CaravanJazz.

Ron Carter: el “top 5” de un músico que tiende a infinito comentarios en «2»

  1. Grandes discos. Hay uno que el mismo Ron Carter considera de sus favoritos. Se titula “entre amigos”, en colaboración con Rosa Passos. Ron ha participado en muchísimas grabaciones de música brasileira. Y éste es exquisito.

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