La delicia del directo de Itziar Yagüe

No sólo de museos y exposiciones puede vivir una ciudad y desde luego no sólo esas atracciones son las que hacen el trámite tedioso de meterse en un avión (previos controles de seguridad de por medio) y hacer todo el recorrido desde un país a otro, algo que merezca la pena. La calidad de una ciudad debería medirse también en la calidad de su música en directo y Madrid tiene mucho de lo que presumir. Entre otros muchos bolos por el que dio el pasado 2 de febrero Itziar Yagüe para presentar su segundo EP, acompañada de una banda con una calidad de sonido que hacía a una preguntarse si de verdad había volado a Madrid o si no había aterrizado realmente en Nueva Orleans.

El concierto que dio en el Café Berlín arrancó con un cover maravilloso de Bessie Smith, A Good Man is Hard to Find, que nos puso a punto para disfrutar del sonido de Itziar, de su voz, que como mejor suena es, sin duda, en el directo, porque no necesita ningún tipo de maquillaje de mesa de mezcla para sonar a ella misma, para sonar a blues y a música afroamericana llena de autenticidad.

Su repertorio, dominado por temas propios, tanto del disco que acaba de lanzar y titulado Girl like Me, como de su primer EP, Delicious, está impregnado de blues, en el sentido más clásico del término, pero también de temas refrescantes y bailables a caballo entre el swing, el R&B, el gospel e incluso el soul. También de temas profundos y delicados como Red River, que en esta ocasión lo interpretó a capella acompañada de la bailarina y coreógrafa Esther Tablas, en uno de los momentos más emocionantes del concierto.

André Edipo, Greg Izor, Itziar Yagüe

El concierto se centró en la presentación de varios temas de su último álbum, incluyendo el tema que le da título, que trajo al escenario acompañada de su productor, Greg Izor, que la acompañó a la guitarra y la armónica. Otro artista que subió al escenario para acompañarla para tocar en The Big Band, How to Let You Know y A Life without Love fue el guitarrista André Edipo, un guitarrista excepcional con un sonido sucio y delicado, que le da una luminosidad especial a los temas en los que interviene, muy especialmente en A Life Without Love.

Paul San Martín

Pero especialmente excepcional es el sonido de Paul San Martin, un pianista que parece transportarte al mismísimo Cotton Club de los años 30 con el sonido que le arranca al piano cuando su manos vuelan sobre el teclado; un sonido que recuerda en parte a clásicos como James P. Johnson y en parte también a leyendas del Rythm & Blues como Ray Charles. La complicidad entre pianista y vocalista, entre Paul e Itziar, hicieron del concierto una auténtica delicia. El elenco de talento del que se rodea Itziar también incluye al enérgico baterista Dani Domínguez (el mismo baterista de la banda de Giulia Valle) y a Raúl Platz al contrabajo.

Otro invitado que aportó más riqueza aún a un concierto, ya de por sí exuberante, fue Emilio Arsuaga, que cantó a dúo We Make a Good Team, un tema de su primer EP Delicious que publicó Itziar Yagüe en 2020. Si ese dúo ya hacía buen equipo en el estudio de grabación, más aún lució en el directo.

El triple bis no sólo fue el de Itziar Yagüe a capella, sino que se encaminó hacia el cierre de forma brillante con el Reckless Blues de Bessie Smith, cerrando así el círculo de un concierto extraordinario con un guiño al proyecto que el verano pasado le llevó al festival de jazz de Vitoria, con un programa de música en la calle titulado «Itzi canta a Bessie», dedicado a recordar y homenajear a la mayor diva de la historia del blues. En esa interpretación tan extraordinaria también estuvo acompañada del baile sensual de Esther Tablas.

El concierto llegó a su punto final con una versión muy excitante de uno de los temas más sensuales escrito por la artista, una versión retocada para esta ocasión que arrancaba a ralentí para luego cobrar una energía excitante que te hacía saltar del sillón del Berlín para darlo todo con un bailoteo para celebrar el tema «Delicious» en ese directo con tanta frescura y espontaneidad.

Fotografía de Ana Hortelano

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