Quienes nos leéis concierta asiduidad, conocéis de sobra nuestra “obsesión” por el jazz británico y cómo muchos de nuestros artistas favoritos, desde Nubya Garcia a Moses Boyd, pasando por Ezra Collective o Joe-Armon Jones, están revitalizando el jazz desde el el otro lado del Canal de la Mancha.
En «London Calling» os contamos cómo buena parte de este éxito se debía a la construcción de una escena en la que se daban cita algunas de las mejores instituciones académicas de Europa, con la vitalidad de colectivos como los “Tomorrow’s Warriors” de Janine Irons y Gary Crosby. A este cocktail habría que sumar para ser justos, el estupendo trabajo que están haciendo desde sellos como Gondwana Records y en nuestra opinión y muy especialmente, los chicos de “Jazz re:freshed”.
Fundado por Justin McKenzie y Adam Moses en 2003, el objetivo declarado del sello es derrumbar las barreras del nicho en el que su opinión, el jazz ha permanecido encerrado durante demasiados años, siendo percibido con razón o sin ella, como un género musical “intelectualoide” encerrado en sí mismo. Y mostrar en cambio, a todos los que estén dispuestos a escuchar, que el jazz es un mundo increíblemente diverso, colorido e incluso divertido, del que cualquier persona puede disfrutar.
Al mismo tiempo, el sello funciona como plataforma para descubrir y lanzar nuevos talentos…a los que se deja volar una vez han conseguido cierto reconocimiento. Nombres como los de la propia Nubya Garcia, pero también Ashley Henry, Daniel Casimir, Theon Cross, Yussef Dayes o Emma-Jean Thackray han estado asociados en algún momento con esta discográfica.
Una de las señas de identidad de “Jazz re:freshed” es la serie “Five” que consiste en la producción y lanzamiento de EP’s (de cinco temas) por parte de los artistas que se acaban de incorporar al sello y en los que se anima a los mismos a explorar y expresar su creatividad en un formato compacto y concentrado. De este modo, se ofrece a los músicos la oportunidad de experimentar y desarrollar nuevas ideas dentro de un marco estructurado.

Pero si bien la música es el núcleo central del movimiento, Jazz re:freshed también valora la importancia del arte y la visualidad como elementos fundamentales de su filosofía y su identidad. Esto se traslada a la organización de exposiciones, eventos y conciertos, su fuerte apuesta por YouTube y otras plataformas de streaming de conciertos en directo, o incluso una línea propia de accesorios y ropa que como la música, está pensada para transmitir la pasión y la energía del jazz.
Para conectar con la comunidad y precisamente hacer más accesible el movimiento, Jazz re:freshed cuenta con un espacio propio en el corazón del West London y cada mes, se invita a uno de sus artistas a realizar una residencia que se combina con todo el espectro que el jazz abarca, desde proyecciones de películas y vídeos, a debates y conferencias, jams o talleres para los que empiezan.
Todo este movimiento ha cristalizado además en su propio festival anual, en el que durante varios días programa tanto a artistas establecidos como emergentes y que en el que esta vez sí, se presenta una propuesta que no se limita al jazz, sino que se extendiéndole a géneros como el soul, el funk, el afrobeat o la música electrónica.
Tal y como explica el propio Justin McKenzie, «La verdad es que el jazz ha evolucionado a tantas definiciones como gente que lo escucha. Nacido de la opresión, la revolución y la necesidad de expresar la experiencia negra, el jazz siempre ha sido una forma de arte progresiva, que empuja los límites y traza nuevos caminos para todas las formas de música popular». Que tome buena nota la policía.