Julio Diamante y el Jazz

Hay personas que pueden llegar a ser tan importantes para la evolución de un género musical como lo puede llegar a ser un músico, a veces incluso más. Estoy hablando de esa gente que funda un club de jazz, que organiza un festival, que escribe críticas de Jazz o que, en general, ayuda a que el Jazz llegue a todo el mundo posible. Algunos son tan ilustres como Juan Claudio Cifuentes o Iñaki Añúa y ya quedan en la memoria de todo aficionado a este género, pero muchos otros no tanto. 

Julio Diamante dedicó su vida al servicio de las artes, llegando a ser un gran cineasta, pero también entregándose al teatro, la poesía, el flamenco y a la divulgación del Jazz y el Blues. Efectivamente es un personaje tan interesante como lo puede ser Juan Claudio Cifuentes, pero pocas son las personas que le asocian hoy en día al género de Nueva Orleans y esa, entre muchas otras, es la labor que este libro quiere conseguir. 

El historiador cinematográfico y novelista Carlos Aguilar lleva realizando publicaciones desde el año 1979, muchas de ellas dedicadas al cine, siendo “Guía de cine” (2004) su obra más popular. Sin embargo, ha escrito tres libros muy recomendables para cualquier aficionado del Jazz. El primero “Cine y Jazz” (2013), que realiza junto a Anita Haas y donde relaciona la historia del cine con la del jazz desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Es con Anita con quien también escribiría “Flamenco Jazz: Historia de un amor” (2020), que dedica a contarnos el nacimiento del Flamenco Jazz y su evolución hasta el día de hoy, y por último y no menos importante, este libro del que os vengo a hablar: “Julio Diamante y el Jazz: All Blue(s) (2022). 

Carlos Aguilar realiza este trabajo cual carta de amor a Julio Diamante, al que admiraba enormemente y con quien mantenía una estrecha amistad hasta su fallecimiento en 2020.  En él nos enseña junto a mucho documento gráfico cómo fueron los inicios del Jazz y el Blues desde la España pre-franquista, cómo evolucionaría con la llegada de la dictadura y cómo se iría americanizando, con el beneplácito de un régimen que quería ganarse el favor de occidente y que abriría las puertas al Jazz poquito a poco hasta nuestros días. Por otro lado, Julio siempre está presente en esta historia, ya sea como oyente, como miembro fundador de uno de los primeros Jazz club de la península (Madrid Hot Club, 1948), conferenciante, articulista e incluso como propulsor de algún que otro proyecto televisivo de divulgación de la música Jazz, fallido en este caso.  

El libro publicado por Calamar Editoriales se divide en 9 grandes capítulos y 1 apéndice.  El primer capítulo “Evocando” y el segundo “Sintetizando” nos da ya una idea general sobre Diamante, su obra, la relación que mantenía siempre el flamenco y el Jazz y la gran unión que tenía con el escritor tanto por su pasión con el cine como por la música. 

Le sigue “Historiando” que nos pone en contexto todo lo que acontecía en España durante el nacimiento del Jazz y su desarrollo, a la par que nuestro país se iba convirtiendo en un terreno pantanoso para el impulso de un género que era considerado de clase inferior por el régimen franquista. Aquí nos detalla a los primeros clubes de jazz del país y sus primeras jazz magazines.

“Hermanando”, a través de la visión de Julio Diamante, define lo difícil que era instruirse en eso del Jazz, en su historia y contexto histórico o en cualquier aspecto del mismo dentro de nuestras fronteras antes de la década de los 50. Al igual que lo sería ver un concierto de un músico internacional de este género incluso en las grandes capitales del país. 

En “Introduciendo” ya pasamos a los años 50, donde el Jazz ya contaba con más aceptación desde el poder y fue el momento de acoger con los brazos abiertos a músicos como Louis Armstrong, Coleman Hawkins, Dizzy Gillespie, Count Basie, Sidney Bechet o Lionel Hampton. 

“Modernizando” fue mi capítulo preferido. Dedicado a los años 60 y a esos clubes pioneros en la atracción de grandes músicos internacionales y al progreso de músicos locales como fueron los casos del Jamboree de Barcelona o e históricol Whisky Jazz Club de Madrid. A destacar la anécdota que relata sobre Gerry Mulligan tocando con Pedro Iturralde.  Y hablando de Pedro Iturralde, será en los siguientes capítulos “Penetrando” y “Chocando” cuando profundizará en su figura y en el Jazz Flamenco en general. 

“Entornando” finaliza este libro con los trabajos de Julio Diamante sobre la conexión de lo Jondo y el Blues. Nos expone también el nacimiento de clubes nacionales que tuvieron gran importancia en la evolución de la música en España desde la década de los 80 y que algunos se mantienen haciéndolo hasta la actualidad: Arenal Jazz Club, Café Central, Clamores, Colegio Mayor San Juan Evangelista “El Johnny”,… El apéndice “Poemas Blues” es una selección de poemas del libro de Julio “Blues Jondo”.

En general nos dedicamos tanto a leer sobre la historia del Jazz a gran escala que nos olvidamos de qué fue lo que pasó en España mientras tanto, por qué no cuajó tan rápido como en otros países europeos y cómo llegamos al abundante despliegue de conciertos de Jazz que tenemos hoy en día en nuestras fronteras. Además es importante llevar nuestra mirada hacia los grandes músicos de Jazz que tuvimos y tenemos en nuestro país y que a veces ignoramos por tenerlos demasiado cerca, incluyendo a esos que hoy en día formarían parte de una lista inmensa de desconocidos pero que con su pasión y esfuerzo consiguieron que nuestro Jazz fuese determinante para la historia de la música.

Por esta razón y por la gran cantidad de documento gráfico que aparece en el libro, algunos de ellos totalmente inéditos, se lo recomiendo a todos aquellos que quieran instruirse en estos aspectos. Más aún si se tiene pasión por el cine y quiera conocer la obra de Diamante en más detalle.