Nadie duda de que en pleno siglo XXI, el rap es el genero musical con raíces afroamericanas que más influencia tiene en la industria. Con unos orígenes que arrancan en el Bronx neoyorquino de los años ’70 (aunque es posible rastrear su historia hasta principios del siglo XX), en su desarrollo posterior ha ido absorbiendo y comulgando con muchos otros géneros y, por supuesto, el jazz no es una excepción.
Músicos como Herbie Hancock, Steve Coleman, Terry Line Carrington o incluso el mismo Miles Davis, se han animado a explorar la intersección de ambos géneros; Y más aún, artistas como J Dilla, Madlib y antes aún, A Tribe Called Quest, han encabezado las listas de éxitos de los músicos que partiendo del jazz han llegado al hip-hop y viceversa.
Pocos sin embargo han sido tan consistentes en este empeño como Guru (un acrónimo de Gifted Unlimited Rhymes Universal). Rapero, productor discográfico y actor estadounidense, fundador el dúo de hip hop Gang Starr, junto con DJ Premier, Keith Edward Elam (su verdadero nombre) comenzó a dar de lo que hablar cuando en 1993 lanzó Jazzmatazz, Vol. 1 , el primero de una serie de cuatro discos en solitario, en los que exploraría las posibilidades que ofrece la fusión de ambos géneros.
La cercanía de Guru con los tonos y texturas del jazz ya se podían advertir en realidad desde el debut de Gang Starr «No more Mr. Nice Guy», lanzado en 1989, o en otros discos previos como como Daily operation (1992), donde Premier, uno de los más hábiles DJs y productores del hip-hop, exploraba fórmulas musicales que con frecuencia citaban clásicos del jazz, soul o funk, sin perder el caracter gangsta del rap de ese momento.
Ese primer álbum, cuya portada era un homenaje a los discos clásicos de Blue Note, contaba con colaboradores que incluyeron al saxofonista Branford Marsalis (quien previamente había colaborado con DJ Premier y Guru para la canción «Jazz Thing» en la banda sonora de Mo’ Better Blues), el trompetista Donald Byrd, el vibráfono de Roy Ayers, la guitarra de Ronny Jordan y el teclista Lonnie Liston Smith, así como a la vocalista N’Dea Davenport (también del grupo de acid jazz, the Brand New Heavies) sumando finalmente al rapero francés MC Solaar.
De cara al mundo del rap, el disco suponía reivindicar un origen compartido; mientras que para la comunidad del jazz, el trabajo de Guru era la legitimación de un rap que, pese a que en los años 90 ya se aventuraba con paso firme en el mainstream de la MTV, no dejaba de ser un movimiento joven.
Que la fórmula había funcionado se demostraría dos años más tarde, con el lanzamiento en 1995 de Jazzmatazz, Vol. 2: The New Reality, que contó con una nómina de colaboradores de lujo: Chaka Khan, Ramsey Lewis, Freddie Hubbard, Branford Marsalis y Jamiroquai y continuaba con la exploración de una forma de entender el jazz que seguía atrayendo miradas y artículos en la prensa especializada de la época (¿es que el jazz se ha vuelto a poner de moda? parecían decir).
Cuando en el año 2000 Guru lanza Jazzmatazz, Vol 3: Streetsoul el panorama es otro. No solo habían pasado ya cinco años desde el disco anterior, sino que la fórmula que había ayudado a popularizar, de alguna forma había «saturado» el mercado y los raperos que de una u otra forma se habían apuntado a caballo ganador, comenzaban a contarse por decenas…dando lugar a una fusión de géneros que tenía más de pastiche que de otra cosa y que incluía hits tan exitosos y olvidables como el «I’ll missing you» de Puff Daddy.
¿Qué hace entonces Guru? se aleja un tanto del jazz y se aproxima al gran estilo musical que pega con el cambio de siglo, el R’n’B. Los «viejos» jazzeros desaparecen del plantel de colaboraciones y en su lugar nos encontramos con tres de las grandes divas de finales de los ’90: Macy Gray, Erykah Badu y Kelis, esta última mucho más cerca del rap que las otras dos, siendo Badu sin duda la más rompedora en la fusión de géneros y Gray una maravilla de voz soul tan rota como aterciopelada. Echando la mirada atrás, Guru declararía para la revista «Blues & Soul».
«A principios de los 90, cuando surgió por primera vez el concepto de Jazzmatazz, notaba cómo muchos tipos estaban escarbando en las cajas de vinilos y sampleando breaks de jazz para hacer discos de hip hop. Pero aunque pensaba que eso estaba bien, quería llevarlo al siguiente nivel y realmente crear un nuevo género llevando a los músicos reales que estábamos sampleando al estudio para improvisar sobre bases de hip hop con algunos de los mejores vocalistas de la época. Sabes, todo fue experimental, pero sabía que era una idea que daría lugar a música histórica». Vaya si lo fue.
Tras esta serie de tres discos, encararía algunos proyectos que ya no formaban parte de la serie Jazzmatazz y que no fueron especialmente bien recibidos por la crítica…como el caso de «Baldhead Slick & da Click» lanzado en 2001 o «The Street Scriptures» de 2005. Las últimas publicaciones de Guru fueron la cuarta entrega de la serie Jazzmatazz (The Hip Hop Jazz Messenger: Back to the Future), lanzada en junio de 2007; y Guru 8.0: Lost And Found, lanzado el 19 de mayo de 2009 (también en colaboración con Solar).
En este último volumen de la serie a mayoría de las veces las voces de jazz y piano se sustituyen por samples y se adentra mucho más en el terreno del hip-hop que en los discos precedentes, por lo que resulta difícil situar este cuarto disco en la misma propuesta musical.
En 2010 Keith Edward Elam fallecería a los 43 años a causa del cáncer que padecía desde hacía más de un año. Aunque en los Premios Grammy de 2011, el nombre de Guru no fue mencionado en la retrospectiva anual de músicos que habían fallecido el año anterior, el 21 de abril de 2011, la Big Band Revive Da Live organizó un espectáculo en homenaje a Guru en Le Poisson Rouge en la ciudad de Nueva York. El espectáculo rindió homenaje a la serie Jazzmatazz de Guru y contó con un homenaje de toda una banda de jazz.
Visto con perspectiva, no resulta descabellado afirmar que especialmente el primer disco de la serie Jazzmatazz puede situarse por derecho propio entre los mejores discos de jazz de la década de los ´90. Quizás no tanto por la calidad de la música que encierra, que desde luego es alta, sino sobre todo por las posibilidades creativas que presenta y por la tremenda influencia que tuvo ese disco (y los que siguieron) en el desarrollo del jazz en las siguientes décadas. Sin ir más lejos, un disco con tanto recorrido en España como ha sido el «Kase.O Jazz Magnetism» lanzado en 2011 por el rapero zaragozano Javier Ibarra Ramos (Kase.O) difícilmente habría existido sin el trabajo desarrollado veinte años antes por Guru.