«Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos» escribía Dickens en «Historia de dos ciudades». Y tal vez esa sea la situación en la que se encuentra el jazz en la actualidad. Arrinconado en clubs que hacen lo posible por sobrevivir y lejos de la popularidad de la que disfrutó hace décadas, encuentra sin embargo nuevos espacios para la resistencia.
Uno de los más interesantes es «Oh! Jazz» una plataforma de streaming dedicada exclusivamente al mundo del jazz y que emite conciertos en directo desde clubs de todo el mundo. Un modelo que nace para llevar el mejor jazz a casa de los aficionados, que aunque en muchos casos no tienen la posibilidad de poder desplazarse a salas, no están dispuestos a renunciar a su música favorita en directo. Sobre el funcionamiento de la plataforma, hemos tenido la oportunidad de charlar con Jesús Perezagua, CEO y fundador de Oh! Jazz.
¿Cómo es tu relación con el jazz? ¿De qué forma entró en tu vida?
Comencé a conocer el jazz de la mano de los programas de Radio 3 allá por los 80 cuando era universitario en Madrid. Desde entonces, disfruto de la música que me gusta en mi tiempo libre y, cuando tengo ocasión, me escapo a ver música en directo, preferiblemente en espacios pequeños.
En los últimos dos años, es mi auténtica pasión, no solo escuchando buen jazz por todo el mundo y descubriendo nuevos artistas, sino también conociendo y conectando con gente increíble en esta comunidad única que es el mundo del jazz.
¿Qué inspiró la creación de Oh! Jazz?
Oh! Jazz nace con la ambición de dotar al jazz de una plataforma audiovisual global que sirva de escenario para todos los estilos, ritmos e influencias, así como facilitar el acceso a los amantes del género de todo el mundo.
La elección del jazz y no otro estilo de música se explica por varias razones. El jazz es una música viva que se hace todos los días en directo por impresionantes artistas capaces de crear e improvisar desde clubes repartidos por todo el mundo.
Queríamos que este enorme trabajo de artistas y clubes tuviera el escenario global que se merece, resolviendo dos retos importantes, por una parte, ser capaces de llevar la magia del club con todos sus pequeños detalles sin interferir en ese espacio íntimo y reducido que es el club y por otra de hacerlo con una calidad a la altura de la creatividad y talento de los artistas.
¿Cómo funciona el modelo? Es decir, cómo se suman los clubs a la plataforma, cómo se deciden los conciertos que se van a emitir, etc.
El principal objetivo de Oh! Jazz es fomentar la visibilidad -y viabilidad- de las salas dedicadas al jazz, de los promotores de las mismas y de los artistas, tanto consolidados como emergentes. Por este motivo, nuestro modelo de negocio innovador destina el 35% de los ingresos generados directamente a los espacios y los músicos, convirtiendo a nuestros usuarios en verdaderos mecenas del jazz.
Los clubes se suman a nosotros bien porque conocen la plataforma, o bien porque identificamos una nueva alternativa que pueda ser de interés para nuestro público. Trabajamos siempre de la mano de nuestros clubes asociados. Todos ellos comparten una gran tradición, conciertos diarios, un cuidado gusto y un firme compromiso por el jazz.
Ellos son los mejores conocedores de lo que ocurre en cada ciudad y país, por lo que consideramos su criterio a la hora de programar los conciertos en nuestra plataforma. Paralelamente, contamos con expertos y colaboradores en diferentes países para canalizar el esfuerzo y la comunicación con los artistas. Estamos apenas empezando esta gran iniciativa y comenzamos a tener conversaciones con artistas interesados en nuestro proyecto y a colaborar o coproducir productos de altísima calidad para los amantes del jazz.
¿Qué acogida ha tenido el proyecto hasta ahora? ¿Con cuántos suscriptores contáis y en cuántos países?
Estamos muy contentos con la acogida que ha tenido nuestra plataforma, tanto entre público como entre las salas y profesionales. Contamos con grandes figuras del jazz como James Morrison, dueños de clubes históricos como Kioko Seki, o empresarios del jazz como Julio Martí o Michael Ricci, fundador y director de All About Jazz, que ejercen como “padrinos” desde el arranque de esta iniciativa, y eso nos ha dado la seguridad de que estábamos avanzando en la dirección correcta.
Por otro lado, en nuestro corto periodo de vida, hemos logrado alcanzar unas cifras de las que estamos muy orgullosos. Ya contamos con 11 clubes y asociaciones de jazz con una amplísima tradición asociados a nuestra plataforma -Café Berlín y Sala Villanos (Madrid), el Jazz Club Ferrara (Ferrara), el 606 Club (Londres), el Body&Soul (Tokio), el JazzLab (Melbourne), el Foundry 616 (Sídney), el JazzB (Sao Paulo), la Fábrica de Arte Cubano (La Habana), CJC Aotearoa (Auckland) o Con Alma en Pittsburgh-, y más de 950 los artistas han actuado en los 205 conciertos retransmitidos por nuestra plataforma.
Estamos presentes en todo el mundo, tanto a través de suscripciones como de acuerdos con plataformas superando los 10.000 usuarios.
Además de las obvias al ser el jazz un género minoritario, ¿cuáles son los principales obstáculos a los que se enfrenta un proyecto como el vuestro? ¿Cómo convencer a las personas a que se suscriban a una plataforma más, ahora que parece que hay cierta fatiga de las suscripciones?
Nosotros creemos que el jazz no es un género minoritario. Estamos convencidos de que, por un lado, cuenta con un gran público, pero muy atomizado y que, por otro, es un grandísimo desconocido. Sin embargo, esa posición alejada del mainstream es precisamente la que envuelve al género, a las salas, a los conciertos y a los artistas en un aura de la que carecen otros estilos musicales. El jazz es el origen de la práctica totalidad de los géneros musicales de la actualidad, por lo que debería ser mandatorio para cualquier buen melómano conocer lo que se está haciendo actualmente en la escena.
Respecto a los usuarios, lo que nos demuestra nuestra experiencia, es que la gente no está fatigada de los servicios de suscripción, sino de la poca diferenciación y especialización que la mayoría de ellos ofrecen. En Oh! Jazz ofrecemos un producto único, con una experiencia que ninguna otra plataforma puede asegurar, tanto a nivel de contenidos como respecto a la calidad del producto en sí mismo. Trabajamos con la última tecnología disponible y con los mejores expertos para poder ofrecer siempre lo mejor a nuestros suscriptores.
¿En qué momento crees que se encuentra el mundo del jazz? Parece que hay un boom de festivales, pero los pequeños clubs atraviesan más dificultades que nunca.
En mi opinión, el mundo del jazz se encuentra en un punto evolutivo apasionante. En este momento, tenemos la suerte de poder ver a grandes figuras todavía en activo, a la vez que estamos experimentando una explosión en artistas emergentes que se están atreviendo a tomar influencias locales y musicales nunca vistas.
Es cierto que quizá los clubes de jazz siempre han estado bajo la presión de manejar un negocio pequeño y de mucho sacrificio, pero en su gran pasión y compromiso reside el corazón de este género musical. Es el motivo por el que desde Oh! Jazz destinamos parte de nuestros beneficios a ellos. Juegan un papel fundamental en el futuro de la escena, y queremos aportar nuestro granito de arena a ello. Por otro lado, también estamos viviendo un momento álgido, con propuestas amplias para públicos diversos y con una programación de altísima calidad, como es el caso de la Sala Villanos de Madrid.
¿Cuáles son los próximos pasos para Oh! Jazz en términos de expansión y desarrollo de la plataforma?
Somos una plataforma joven con una tracción muy buena de clubes asociados, artistas en escena y en continuo proceso de incorporación de nuevos clubes asociados, siempre bajo un cuidadoso proceso de selección. Nuestro crecimiento está enfocado a crear el gran punto de encuentro de la escena y los amantes del jazz.
Entre nuestros próximos hitos, se encuentra la coproducción de nuestro segundo festival -después del que realizamos el pasado diciembre en los Teatros del Canal de Madrid-, la creación de nuestro nuevo sello discográfico así como seguir tejiendo una amplia red de contactos y profesionales que quieran unirse a nosotros en esta apasionante aventura de fomentar el gusto por el jazz.