Black Art Jazz Collective: el hardbop más moderno que puedas imaginar

El legado de artistas como Jackie McLean, Miles Davis o Art Blakey, revive en un colectivo que es pura elegancia y modernidad.

Aunque el nombre de Wayne Escoffery no suena con tanta fuerza como otros en casa de los aficionados al jazz, este saxofonista nacido en Reino Unido en 1975 y criado en Estados Unidos es uno de los jazzeros más destacados de los últimos años y un joven “guardián de las esencias” de lo que es la tradición del mejor jazz, sin que eso suponga el dejar de lado la modernidad.

Durante más de una década, Escoffery ha trabajado codo a codo junto al trompetista Tom Harrell, siendo además de miembro de bandas como la Mingus Big Band, la Mingus Dynasty y la Mingus Orchestra (os podéis imaginar en homenaje a quién). Como sideman ha asociado su nombre al de artistazos como Herbie Hancock, Ron Carter, Ben Riley, Abdulah Ibrahim, Eric Reed, Al Foster, Billy Hart o Rufus Reid.

Pero entre sus proyectos como líder, destaca con luz propia el “Black Art Jazz Collective” un colectivo que en 2013 nace en el seno del programa Jazz At The Lincoln Center y que cuenta con el trompetista Jeremy Pelt y el baterista Johnathan Blake como cofundadores del grupo, a los que suma a James Burton III en el trombón, Xavier Davis al piano y Dwayne Burno en el bajo en su primera etapa.

En el libro “Ugly Beauty: Jazz in the 21st Century”, Escoffery explica: “Quería poner en marcha una banda que celebrase los orígenes de esta música (el jazz), hablase de la historia de la cultura negra, de la importancia de las personas negras que en la música han luchado por la justicia social y por el cambio a lo largo de la historia. Y quería hacerlo de forma positiva, junto a artistas de mi generación que sé que son grandes grandes músicos. Que a los que nos vieran sobre el escenario pudiéramos ofrecerles un cierto tipo de respeto y dignidad, como lo hacía mi profesor, Jackie McLean”.

En este sentido el mismo nombre del grupo es toda una declaración de intenciones: subraya el mensaje de que el arte negro, especialmente el jazz, no solo es una expresión artística, sino también una forma de resistencia y resiliencia frente a las injusticias sociales.

Musicalmente, su estilo está fuertemente influenciado por el hard-bop, pero a la vez, incorpora elementos de jazz contemporáneo, de modo que mezcla la contemporaneidad de algunos de los músicos más solicitados de la última década, junto con un respeto a esa tradición que los seguidores de Marsalis llaman “música clásica americana”.

Sobre el escenario reivindican la forma de tocar sí, pero también la elegancia sofisticada de artistas como Woody Shaw, Joe Henderson o McCoy Tyner, a la vez que rinden tributo a figuras históricas como Nelson Mandela, Malcom Xm W.E.B Dubois o más contemporáneo Barack Obama.

Así es como Escoffery lo cuenta: “Me he convertido en músico estudiando bebop, música tradicional y amo ese tipo de música. Es una parte importante de lo que soy. Blues y Bebop constituyen una parte integral de ser un músico moderno y creativo. Dicho esto, cuando estoy en un bolo no intento sencillamente sonar como Dexter Gordon o Sonny Stitt. Aunque podría hacerlo, no tiene sentido ser un clon de ellos”.

Curiosamente el colectivo estuvo a punto de desaparecer antes incluso de lanzar su primer disco, tras el fallecimiento de Dwayne Burno en 2013 como consecuencia de una enfermedad renal. Afortunadamente el grupo decidió salir adelante y tras reclutar al bajista Vincent Archer” se presentaron al mundo en 2016 con: “Presented by the side door jazz club” que mostraba composiciones de todos los miembros del grupo (excepto de Archer), incluyendo el “Devil Eyes” de Burno.

A este le siguieron “Armor of pride en 2018 que destacaba por el enorme trabajo rítmico de Blake y “Ascension” en 2020, en el que el colectivo estrena nueva sección rítmica e incorpora al pianista Victor Gould, el bajista Rashaan Carter y el batería Mark Whitfield. El mood era el mismo. Mantenerse en la tradición, pero implementando un distinguible sello personal. “Twin Towers” uno de los temas de este disco, fue escrito por el propio Jackie McLean como regalo a Escoffery cuando compartían banda en los años 90. Sin embargo no había sido grabada hasta la fecha.

Su último lanzamiento “Truth to Power” es de este mismo año y se lanza coincidiendo con el décimo aniversario del grupo. Presenta diez temas originales que como ellos mismo explican en el libreto “nos animan a emprender un viaje a lo largo de la historia del jazz, actualizando el sonido de músicos clásicos como Jackie McLean, Miles Davis o Art Blakey y hablan de la libertad artística y la sensibilidad musical en relación con el tenor de nuestros tiempos”. No os lo perdáis.

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