Brad Mehldau – After Bach II
Como en muchos otros grandes pianistas del jazz, la música clásica juega un papel fundamental en la carrera de Mehldau y así lo ha demostrado en más de un disco. Y si en su aclamado «Elegiac Cycle» (1999) sus referentes eran compositores como Chopin, Brahms o Schumann, en 2018 ponía su mirada en J.S. Bach en el primer “After Bach”. En 2024 repite fórmula ganadora con este “After Bach II”
Sobre la «universalidad» de la música de Bach, Mehldau afirma en el libreto que acompaña su nuevo disco: «cuanto más intentas comprometerte con él, más se hace visible tu propia personalidad, inevitablemente. No estás interpretando a Bach, Bach te interpreta a ti, en el sentido de que te deja al descubierto… La mayor elección que haces en todo momento no es a partir de una ausencia, sino a partir de lo que está ahí, en su totalidad. Concretamente, es la elección constante que haces de cómo negociar entre armonía y melodía».
Y prosigue: «Por eso Bach es un modelo para mí como músico de jazz. En mis solos improvisados, quiero hacer frases melódicas que lleven una implicación armónica, y crear una armonía que se mueva de forma melódica. Este es un componente crucial en la narración»
After Bach II es un híbrido, como su predecesor. “Me alegró que el primer disco fuera bien recibido por los oyentes, y me animé a lanzar una segunda entrega. Me di cuenta de que After Bach era comprensiblemente confuso para algunos oyentes, que no siempre sabían dónde terminaba Bach y dónde empezaba yo, y hasta qué punto la música estaba escrita o era improvisada. Así que, para aclararlo, al igual que en el álbum anterior, aquí hay tres enfoques: música de Bach, una composición mía escrita y también piezas improvisadas. Estas grabaciones surgieron de una composición por encargo, Tres piezas después de Bach. Las dos primeras piezas, «Rondo» y «Ostinato», aparecieron en After Bach, y la última, «Toccata», se incluye aquí. Las tres adoptaron el mismo enfoque, que consistía en dar una «respuesta» a una de las piezas de Bach, y seguirla directamente, «después de Bach». De este modo, se podía escuchar directamente cómo utilizaba a Bach como punto de partida”.
Poco más se puede añadir. Aunque se puede argumentar que Mehldau no es un virtuoso en el sentido clásico del término, siempre es un placer escuchar cómo es capaz de llevar la música de Bach a nuevos horizontes, a imaginar cómo podría continuar la música del genio si tuviera la oportunidad de seguir componiendo.
Nonesuch: Brad Mehldau