Simon Moullier – Inception
En su música, Simon Moullier hace una propuesta tentadora: ¿y si el lenguaje de los de los grandes vientos de la historia (de Coltrane a Bird o Clifford Brown) pudiera adaptarse a las particularidades del vibráfono?
«Inception» (el segundo disco en trío de Moullier, tras «Countdown», de 2021) es la respuesta. Acompañado por el bajista Luca Alemanno y el baterista Jongkuk Kim, Moullier interpreta un programa de estándares de algunos de los compositores más importantes la historia del jazz: Horace Silver, McCoy Tyner, Antonio Carlos Jobim, Charles Mingus, Billy Strayhorn, Miles Davis, Wayne Shorter o Michel Legrand. Y lo hace con un lenguaje propio, con un vibráfono que como un auténtico tsunami arrastra a todo el que escucha sin hacer prisioneros.
La semilla de este trío se sembró en 2017, cuando Moullier asistió al Thelonious Monk Institute of Jazz Performance de Los Ángeles. Mientras actuaba con su quinteto en el desaparecido Blue Whale, Moullier decidió interpretar un blues como trío. «Nos gustó mucho lo del trío», dice. «Volvimos y empezamos a desarrollar ese concepto».
Y es un concepto que les ha llevado bien lejos. «Inception» arranca con «Ecaroh» de Silver. «Su armonía es muy oscura», dice Moullier. «Siempre me ha gustado ese carácter de la música».Tras «Ecaroh» viene «Inception» de Tyner, la canción que da título al álbum debut del pianista en 1962 (a su vez en trío). «Encajaba muy bien. No sólo por el arreglo y el estilo, sino por el registro de dónde se sitúa el vibráfono con el bajo». «Desafinado» refleja el profundo aprecio de Moullier por la música brasileña y en el «Peggy’s Blue Skylight» de Mingus, Moullier le imprime un arreglo al estilo de Oscar Peterson.
Para «Lush Life», Moullier tenía en mente el lenguaje del piano solista de Bud Powell o Art Tatum y «Lost» es un homenaje a su autor, el fallecido Wayne Shorter. El álbum se cierra con un único original de Moullier: «RC», o «cambios de ritmo». Y aunque sobre el papel pueda parecerlo, este no es el típico disco de standards que vas a escuchar en el que hay pocas o ninguna sorpresa. Demuestra en cambio cómo a finales de 2023 se puede seguir innovando sobre esas piezas clásicas que han marcado la historia del jazz.