Nos ha dejado Wayne Shorter. El corazón de una de las grandes leyendas del jazz se ha parado a los 89 años. Un gigante que saltó a la fama como miembro de los Jazz Messengers de Art Blakey, que formó parte del segundo gran quinteto de Miles Davis en la década de 1960 o que fundó junto a Joe Zawinul esa maravilla de la música fusión que era Weather Report, nos dice adiós. Nos deja también maravillosos discos como líder de su propio cuarteto: «Speak No Evil», «The All Seeing Eye», «Beyond The Sound Barrier», «JuJu» o «Emanon».
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Más que Blue Note: los sellos discográficos del jazz
Hace unas semanas os contaba cómo Blue Note, el sello fundado por Alfred Lion en 1939 podía considerarse por méritos propios, como la gran casa discográfica del mundo del jazz. Lo sigue siendo también hoy en día, aunque sea como parte del catálogo de marcas que pertenecen a Universal Music.
Sin embargo, Blue Note no era ni mucho menos la única. Entre la década de 1940 y la de 1960 nacieron un enorme número de sellos independientes, muchos de los cuales hicieron del jazz su apuesta principal. Con el tiempo la mayoría acabaron siendo adquiridos por casas más grandes y estas a la vez por otras mayores…hasta llegar a la situación de casi monopolio actual, pese a que eso sí, nominalmente muchas marcas se mantienen.
Conocer esos sellos y quién grababa para cada uno y qué año lo hacía es muy importante para coleccionistas y «cazadores» de vinilos antiguos. Pero además, es una de las mejores formas de asomarnos a la época dorada del género. Estos son los más importantes.
Atlantic Records
Atlantic Records fue fundada durante la Segunda Guerra Mundial por Nesuhi y Ahmet Ertegun, hijos del primer embajador turco en los Estados Unidos. Sin embargo, fue el ingeniero de grabación del sello, Tom Dowd, quien desempeñaría un papel crucial en el éxito de Atlantic.
Dowd se incorporó a Atlantic como empleado a tiempo completo en 1954, cuando la oficina de la compañía en Nueva York todavía se utilizaba a veces como estudio de grabación. A partir de se momento se convertiría en el arquitecto del sonido de Atlantic, aportando una claridad y concisión sin precedentes a la grabación de R&B y Jazz.
Durante sus años en Atlantic, Towd fue el artífice de sesiones de grabación históricas como las de John Coltrane («Giant Steps» y «My Favorite Things»), Modern Jazz Quartet, Ornette Coleman o Charles Mingus entre otros.
Atlantic fue además uno de los primeros sellos independientes en realizar grabaciones en stereo. Para ello Dowd utilizaba un equipo portátil stereo que utilizaba a la vez que el Mono con el que ya contaba el estudio.
Blue Note
Blue Note es probablemente la casa discográfica más importante de la historia del jazz. El sello, que ahora forma parte de ese gigante musical que responde al nombre de Universal Musical Group, comienza su andadura como casa musical independiente en 1939 y con un propósito muy claro: convertirse en la marca de referencia en el mundo del jazz. Para conocer más sobre este sello y la historia de la marca te recomendamos la lectura de nuestro artículo «Blue Note: la marca que no puedes olvidar».
Candid Records
Fundado en Nueva York en 1961 por Archie Bleyer (también fundador del sello Cadence en los años 50), en su corto periodo de vida alcanzó el estatus de leyenda gracias a su colaboración con el crítico de jazz Nat Hentoff, quien como productor asociado, creó un catálogo único de artistas de la escena jazzística neoyorquina de principios de los sesenta, incluyendo a Charles Mingus, Cecil Taylor, Eric Dolphy y Booker Ervin entre otros.
La compañía sin embargo vivió una muerte prematura en 1964, cuando Bleyer vendió el sello al cantante Andy Williams, quien la transformó en Barnaby Records.
Columbia Records
Hablar de Columbia es hablar de palabras mayores, muchas de las cuales van más allá del jazz y se introducen en todo tipo de géneros. Si nos limitamos sin embargo al jazz, merece la pena saltar directamente a 1956, año en el que ficha a Miles Davis para el sello.
En 1958, el sexteto de Davis lanza Milestones, un influyente álbum que explora las técnicas del jazz modal y en 1959, Kind of Blue, el que sigue siendo el disco de jazz más vendido de todos los tiempos. Además de los discos de Davis, en Columbia encontramos buen material de Charles Mingus y Thelonious Monk.
Uno de los secretos de su éxito son los estudios de grabación conocidos de forma oficiosa como «The Church». Fueron creados en 1949 en el interior una ide glesia griega ortodoxa armenia abandonada. Todavía en uso, el estudio se encuentra en el 207 de la calle 30-E de Manhattan y es aquí donde se grabó Kind of Blue.
Fantasy Records
En la década de 1940, los hermanos Max y Sol Weiss habían conseguido hacerse un nombre en la industria de los plásticos. Curiosamente, entre sus actividades se encontraba también una planta de prensado de discos de vinilo, la Circle Record Company.
Uno de sus primeros clientes fue el famoso pianista de jazz Dave Brubeck. A raíz del éxito de sus discos, la planta se metamorfoseó para convertirse en un sello discográfico. Y no uno cualquiera. A partir de 1967 y tras haber sido adquirida por Saul Zaentz, comenzó una agresiva campaña de adquisición de sellos de jazz independientes, incorporando a su catálogo marcas como Debut Records (fundado por Charles Mingus), Speciality, Prestige, Riverside, Milestone o Contemporary.
Estas adquisiciones le permitieron convertirse, tras el imperio Blue Note, en el segundo mayor catálogo de jazz de los Estados Unidos.
Impulse!
Impulse! es otro de los grandes nombres que no podemos dejar pasar en el mundo del jazz. Nace en 1960 gracias al productor Creed Taylor y se convierte desde el primer momento en un sello asociado a ABC-Paramount Records.
En Impulse! encontramos los mejores discos de John Coltrane, además de muchos otros grandes nombres de los años 60. Uno de los rasgos más significativos de la marca es su asociación durante dos décadas con el estudio de grabación de Rudy Van Gelder, probablemente el mejor ingeniero de sonido de la historia del jazz y del que ya os hemos hablado en Caravan.
Mercury Record Corporation
La historia de Mercury Record Corporation arranca en 1945 en Chicago de la mano de Irving Green, Berle Adams y Arthur Talmadge. Su catálogo inicial se centraba en la música «pop» y en la música clásica pero a finales de la década, tras la incorporación al sello de John Henry Hammond y la compra posterior de Keynote records, estrenan su propia división de discos de jazz.
Crean posteriormente para ello la marca EmArcy, que será responsable de dar a conocer el trabajo de muchos artistas bebop de la década de los 60, así como otras corrientes que surgieron tras el declive de la música swing.
Pacific Jazz
El sello Pacific Jazz fue fundado en Los Ángeles en 1952 por Richard Bock y el baterista Roy S. Harte, inicialmente para lanzar el jazz de la Costa Oeste, incluyendo a músicos como Chet Baker y Gerry Mulligan.
En 1957 Bock cambió el nombre de la compañía a World Pacific, para reflejar el mayor rango de estilos musicales en su catálogo, manteniendo sin embargo la marca «Pacific Jazz» para los lanzamientos de jazz. En 1965 el sello fue vendido a Liberty Records, que al año siguiente compró Blue Note.
Liberty Records continuó con nuevos lanzamientos de jazz tanto en Pacific Jazz como en Blue Note. La aventura no duró demasiado y los problemas financieros de Liberty provocaron que la firma, sus sellos y catálogos acabases siendo vendidos al holding Transamerica.
Prestige Records
Prestige Records es un legendario sello discográfico independiente profundamente arraigado en la historia del jazz, que cuenta con la participación de músicos de la talla de Miles Davis, John Coltrane, Sonny Rollins y Eric Dolphy, entre otros.
Prestige fue lanzado en 1949 (originalmente llamado New Jazz), y como varios otros sellos de jazz de los años 50, comenzó como un sello de jazz tradicional pero pronto se vio arrastrado hacia el jazz moderno y de vanguardia.
A partir de 1958, Prestige cambió ligeramente de dirección, convirtiéndose poco a poco en el principal sello de lo que ahora se conoce como soul jazz (también conocido como acid jazz) con sus grabaciones de Jack McDuff, Richard «Groove» Holmes, Charles Earland y otros.
RCA-Victor
Fundada en 1929, Radio Corporation of America – RCA – es la segunda compañía discográfica más antigua de la historia de los Estados Unidos, y principal rival en su momento de Columbia Broadcasting System (CBS). RCA Victor era su sello para el Jazz, el Blues, los musicales y todo lo demás fuera del pop.
Riverside
Fundada en 1953 por Orrin Keepnews y Bill Grauer bajo su firma Bill Grauer Productions Inc. Casi todas sus nuevas grabaciones de jazz fueron producidas por Keepnews, que actuó como jefe creativo del sello, con Grauer dirigiendo las ventas y las operaciones comerciales de la compañía.
En 1955 la firma se marcó un primer tanto en el mundo del jazz al firmar durante los siguientes cinco años con Thelonious Monk. Durante los siguientes años, Cannonball Adderley, Bill Evans, Charlie Byrd, JohnnyGriffin y Wes Montgomery hicieron contribuciones sustanciales al catálogo de Riverside, convirtiéndolo como uno de los sellos de jazz más importantes.

Giant Steps: el debut de John Coltrane en Atlantic Records
Giant Steps: John Coltrane, Tommy Flanagan, Wynton Kelly, Cedar Walton, Paul Chambers, Jimmy Cobb, Lex Humprhies, Art Taylor. Grabación: marzo, mayo, diciembre 1959. Publicación: enero de 1960.
Solo diez años. Es lo que los que nos dejó John Coltrane como gran figura del jazz. Por supuesto, hubo un Coltrane antes de John Coltrane, pero siempre detrás de, acompañando a; nada que ver a ese artista de talento descomunal que acabaría muriendo de cáncer en 1967. No el John Coltrane que graba en 1959 «Giant Steps», su primer disco para Atlantic Records.
Antes de grabar para Atlantic, Coltrane tenía algunos discos de cierto mérito. «Blue Train», el único disco de grabó para Blue Note, algunos discos para el sello Prestige y colaboraciones eso sí, con los más grandes, como Miles Davis. Pero repetimos, no fue hasta que Coltrane ficha por Atlantic, cuando comenzamos a descubrir a ese artistazo cuya música aún suena en cualquier club de jazz.
De hecho, prueba de que la carrera en solitario de Coltrane estaba solo empezando a despegar, llama la atención que algunas de las sesiones de grabación para «Giant Steps», prácticamente se solapaban con las sesiones de estudio que en ese momento realizaba para el «Kind of Blue» de Miles Davis, del que ya os hemos hablado.
Técnicamente, el álbum representa la consagración de un fraseo melódico, marca de la casa, que en el argot se denominan sheets of sound y que se basan en progresiones de tres notas, que se desplazan sobre una nota tónica. Tan característica es esta técnica que algunos la bautizaron en su momento como «Coltrane Changes, y de hecho, se sigue empleando en muchas composiciones en las que se emplean distintos «centros gravitacionales».
Para algunos críticos, como Brian Morton («The Penguin Jazz Guide), este «Giant Steps» pese a su mérito, es un disco de transición, en el que Coltrane aún está buscando ese sonido propio que se revelaría con ese inconmensurable «A Love Supreme».
Siendo esto así, y siendo verdad que no es un disco de madurez, tiene muchos de esos elementos que lo convierten en un indispensable y de hecho, la influyente Rolling Stone, incluyó en 2003 en la posición 102 de su clasificación «Los 500 mejores discos de todos los tiempos».
Como curiosidad, señalar que años más tarde de su publiación, se editó una versión «Deluxe». En esta edición se ofrecen versiones alternativas a las grabaciones que se incluyeron en el disco de 1959. Estas versiones alternativas habían estado disponibles con anterioridad, pero no en su conjunto y ayudan a construir una imagen sobre lo que estaba ocurriendo en una sesión de grabación extraordinaria.
El influjo de Naima
Pese a ser como hemos explicado, un disco temprano, la grabación de 1959 puede justificarse casi por completo por la presencia de «Naima», la gran balada del apogeo de la primera fase de Coltrane (la que justo acabaría en 1960), y según el crítico musical Ted Gioia, tal vez la composición más completa de su discografía.
A diferencia de otras composiciones de Coltrane en las que el genial músico busca impresionar a su adudiencia con su destreza, «Naima» no hace alardes de complejidad e impresiona más por su placidez y belleza que por ser un tema de gran dificultad técnica.
Titulada así como homenaje a la primera esposa del saxofonista, «Naima» insistimos, parece un tema sencillo y sin embargo, encierra una complejidad poco aparente. Sobre una melodía austera (que se configura como una llamada a la meditación o la reflexión), Coltrane construye una frondosa superestructura armónica cuaja de mecanismos ingeniosos para crear y aliviar tensión.
Tanto le gustaba este tema a Coltrane, que incluso mucho después de dejar «Giant Steps» seguía manteniéndola en su repertorio, llegando a grabar todo tipo de versiones,e incluso, interpretándolas a veces en el escenario acompañado con Alice Coltrane, su nueva esposa.