Cuando en 1964 John Coltrane se retiró durante semanas en el garaje de su vivienda de Dix Hills para parir su suite “A Love Supreme”, lo hizo a sabiendas de que no saldría de allí hasta que tuviera lo que realmente buscaba. Y así se lo hizo saber a su mujer, Alice Coltrane, cuando salió del encierro: “Apareció como Moisés bajando del Sinaí, parecía satisfecho del trabajo que había hecho tras pensar y repensar tanto su música. Me dijo: es la primera vez que lo tengo todo listo, tengo el proyecto sobre el papel y sé exactamente lo que quiero hacer en el estudio”. El 9 de diciembre de ese mismo año, John Coltrane se encerró en el estudio de Rudy Van Gelder en New Jersey junto a tres de los mejores músicos de la época y grabó, en un ambiente perfecto para los intérpretes, una de las mayores obras maestras del jazz.
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