Quiero romper media lanza a favor de Wynton Marsalis. Sí, ya sé que escribí «ese artículo» en el que no me mostré especialmente amable con él, ni con su legado. Pero si lo leéis de nuevo, recordaréis que también decía lo siguiente: «le reconozco el mérito que tiene haber conseguido poner en marcha ese estupendo programa que responde al nombre de «Jazz at the Lincoln Center (JATLC)».
Las cosas como son. Pocas ciudades del mundo pueden presumir de tener una institución cultural capaz de proyectar tan lejos y con tanta fuerza su propio legado musical. A lo largo de sus más de 30 años de historia, más de dos millones de personas han acudido a los conciertos organizados por la institución (tanto en vivo como por Internet), han pasado por sus cursos de formación o han descargado las miles de partituras y libros que publican de forma gratuita. En ese mismo tiempo, la institución ha celebrado más de 1.200 conciertos en la ciudad de Nueva York y su orquesta residente ha «girado» por 446 ciudades de 41 países de los cinco continentes.