Casi todos los aficionados conocen la historia. En dos fechas de 1956 que pasarán a la historia del jazz (11 de mayo y 26 de octubre), el quinteto de Miles Davis (John Coltrane, Red Garland, Paul Chambers y Philly Joe Jones) grababan cuatro de los mejores álbumes de de la década: Workin’, Steamin’, Cookin’ y Relaxin’ with The Miles Davis Quintet. Y es que tras haber sido fichado por Columbia, Miles necesitaba grabar (y a toda prisa si era posible) los últimos cuatro discos que, por contrato, aún le ataban a Prestige.