Qobuz

Qobuz quiere que te olvides de Spotify y este es su plan para lograrlo

«Si no estás en Spotify no existes». Es una de las primeras cosas que escuchan los artistas que quieren abrirse un camino en el hipercompetitivo mundo de la música. Porque a los españoles, pese a las enormes diferencias que nos separan, en muchas cosas todos vamos a una: nos comunicamos por WhatsApp, creemos que Internet es Google y escuchamos música en Spotify.

Esto no quiere decir que las alternativas a Spotify sean peores (en algunos casos son de hecho mejores), sino que simplemente, no tuvieron la suerte de estar en el lugar oportuno, en el momento adecuado. Una de las que más nos han llamado la atención en este terreno es Qobuz.

Francesa de origen y fundada un año antes que Spotify, este servicio se diferencia del resto por dos características que lo convierten en un rara avis en este sector: un sonido de altísima calidad y un equipo de profesionales, expertos en música, que se encarga de realizar una selección editorial de sus mejores contenidos, completamente “a mano”, renunciando a los algoritmos y a la IA.

Más caro que su competencia y teniendo en cuenta siempre que es lo que valoran los más “audiófilos” a la hora de escuchar música, a menudo en Qobuz encontramos el libreto de los discos que escuchamos, las críticas que se han hecho del disco y la información completa de todos los artistas que intervienen en cada grabación, lo que en el caso del jazz, marca la diferencia. Además y si por cualquier motivo el streaming no es lo que más nos interesa, en Qobuz también podemos descargarnos digitalmente las pistas o los álbumes que más nos interesan, siempre con la máxima calidad.

Sobre ese carácter diferencial de Qobuz, de cómo posiciona y cuáles son sus planes de futuro, hemos tenido la oportunidad de charlar por correo electrónico con Marc Zisman, Chief Editor de esta plataforma. Esto es, en resumen, lo que nos ha contado.

Marc Zisman

¿Cómo surge la idea de lanzar un producto como Qobuz?

Marc Zisman: Qobuz nació para ofrecer la mejor experiencia de sonido, con el fin de ofrecer la música en su calidad de audio original, tal y como la crearon los artistas en el estudio de grabación.

Cuando se creó Qobuz, el MP3 reinaba en el mundo digital y los metadatos eran de pésima calidad. Qobuz quiere ofrecer una experiencia que conserve la calidad de audio original y valore la historia que hay detrás de la música. Por eso, Qobuz también da acceso a un rico contenido editorial, que incluye biografías, reseñas de lanzamientos y artículos.

Lo curioso es que Spotify nace un año más tarde que vosotros¿dejásteis pasar esa ventana de oportunidad?

Marc Zisman: Qobuz tiene un enfoque único de la música. Nos hemos dirigido desde el principio a un público de melómanos y audiófilos muy exigente, que espera de un servicio de streaming mucho más que música, un servicio que les permita descubrir y redescubrir artistas y álbumes de hoy y de ayer, que ofrezca un contenido rico y ecléctico.

En otras palabras, un servicio de streaming que iguale la calidad que se solía disfrutar en el mundo físico de una tienda de discos.

¿Qué os hace ser diferentes? ¿Cuáles son vuestras señas de identidad?

Marc Zisman: Qobuz ha desarrollado un enfoque diferente al de la industria, con una obsesión: devolver a la música su verdadero valor. Empezando por la calidad: calidad del sonido y calidad del contenido.

Nuestros planes de streaming y descarga dan acceso a la mejor calidad de audio disponible en el mercado, que va desde la calidad CD (16-Bit/ 44,1 kHz, a menudo denominada «Hifi» o «HD»), hasta la calidad de alta resolución (24-Bit/192kHz), que es la calidad original que se produce en los estudios de grabación.

La otra singularidad de Qobuz está en la riqueza de sus contenidos editoriales y listas de reproducción elaboradas por expertos que permiten a los melómanos conocer mejor lo que escuchan. Qobuz favorece un enfoque humano resultante de un know-how adquirido a través de la experiencia y la pasión por la música

¿Cómo ves el panorama actual de la música digital y de streaming? ¿Qué oportunidades se presentan para seguir creciendo?

Marc Zisman: Creemos que todavía hay muchas oportunidades en la industria musical. En 2019, el sector de la música generó 20.200 millones de dólares.

Ese mismo año, los ingresos por streaming aumentaron un 22,9% y supusieron más de la mitad de los ingresos globales de la industria musical (56,1%). En Qobuz creemos que con más de 400 millones de suscripciones de pago en el segundo trimestre de 2020, la música en streaming todavía tiene un fuerte potencial para seguir creciendo.

Una de las quejas más comunes de los artistas es que la remuneración que reciben por parte de las plataformas de streaming es tan escasa que muchas veces solo les compensa por “imagen”. ¿Cómo es el caso de Qobuz? ¿De qué forma retribuye a los artistas?

Marc Zisman: Desde su nacimiento en 2007, Qobuz siempre ha trabajado para poner en valor y enriquecer la música y desarrollar un modelo sostenible para los artistas, los titulares de derechos y la industria musical, un modelo de consumo musical que respete al artista y su obra, lo cual es esencial para la creación artística de calidad.

Por ello, Qobuz fomenta la suscripción al streaming y la descarga, dos modos de consumo complementarios que garantizan una remuneración más justa para los artistas y los titulares de derechos. A diferencia del streaming, que es un modelo de suscripción, la descarga es un modelo que el usuario paga por la música que quiere escuchar.

En nichos como el jazz estamos viendo por parte del aficionado una vuelta a la experiencia analógica, con ventas de vinilo que no se registraban desde hace años. ¿Cómo observáis esta tendencia?

Marc Zisman: La tendencia parece continuar, y en un amplio grupo de edad. Esto es estupendo para la música en su conjunto, porque hay un compromiso real si se apuesta por el vinilo.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, ahora los oyentes pueden hacerse una idea de la calidad de la grabación y del contenido en Qobuz antes de desembolsar el dinero que cuesta adquirir un álbum. Son bastante caros y recuerdo que muchas veces, en el pasado, he comprado un álbum y sólo me ha gustado una parte. Los álbumes son divertidos… pero no son un pasatiempo barato, así que es genial tener un recurso Hi Res para hacer un poco de investigación en tiempo real.

¿Por qué crees que Qobuz puede ser el mejor servicio de streaming para un aficionado al jazz?

Marc Zisman: En primer lugar, no sólo destacamos los nuevos lanzamientos, sino también las reediciones o el catálogo antiguo. Lo mismo ocurre con nuestras listas de reproducción. Además, en términos de contenido, también ofrecemos muchas reseñas de álbumes originales y grandes reportajes sobre muchos temas. 

Por ejemplo, tenemos reportajes dedicados al sello Impulse!, al cuarteto americano de Keith Jarrett o al periodo eléctrico de Miles Davis.

¿Qué música es la que más escuchas? ¿Cuáles son tus artistas favoritos? ¿Te gusta el jazz?

Marc Zisman: ¡Personalmente soy de mente más que abierta! Entonces, podría ser un álbum de jazz o algo en el campo del indie rock, música electrónica o incluso música clásica o country. De hecho, en Qobuz, todos somos muy eclécticos en nuestros gustos.

Pero si quieres que me quede en la sección de jazz, te puedo recomendar muchas cosas. Por ejemplo, “Planet”, el primer disco del pianista azerbaiyano Isfar Sarabski. También disfruté mucho del último álbum de Vijay Iyer para ECM con Linda May Han Oh y este increíble baterista llamado Tyshawn Sorey. ¡Intenso!

Qobuz quiere que te olvides de Spotify y este es su plan para lograrlo comentarios en «2»

  1. Mucho cuidado con Qobuz. Después de mi periodo de prueba, y cómo estaba haciendo una lista decidí quedarme un mes más , de pago evidentemente.
    Cual es mi sorpresa, cuando me han facturado todo un año, la nada despreciable cantidad de 179,99 euros….ahora me toca pelearme y ver donde estaba la letra pequeña que utilizan para «Clavártela».
    No cometáis el mismo error que yo….
    La aplicación me gustó, pero los métodos …..para nada, van a pillarte.

    1. A lo mejor marcarías la opción de un año casi sin darte cuenta, porque es verdad que tienen planes anuales también… incluso así deberían haberte facilitado el darte de baja y devolverte el dinero.

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