Discos de Jazz

Chocs and Chops: los discos de jazz de enero (2023)

¡Qué bien suena el jazz en enero! Sobre todo cuando el que es uno de los meses más fríos del año, viene acompañado de lanzamientos tan cálidos. Tomad nota de los discazos que se acaban de estrenar en 2023, comenzando por el de una enorme Lakecia Benjamin rompiendo moldes, pasando por un Michael League sin Snarky Puppy a un Kenny Barron dando una clase magistral en su solo de piano. Dicho de otra manera: los primeros Chocs and Chops de 2023 son de escándalo. ¡Comenzamos!

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Puntuación: 5 de 5.

Lakecia Benjamin – Phoenix

Hemos tardado muy poco en escuchar el que está llamado a ser uno de los discos del año. «Phoenix» es el segundo disco de la saxofonista Lakecia Phoenix, quien ya llamase la atención en 2020 con ese maravilloso homenaje a la familia Coltrane que es «Pursuance«. El título del disco hace referencia al accidente de tráfico que casi le cuesta la vida a la propia Lakecia en 2021 y el doloroso proceso de recuperación de un último año en el que ha sacado fuerzas para «renacer» de sus cenizas y grabar un testamento vital en el que aunque la sombra de los Coltrane sigue siendo alarga, explora con pulso propio un jazz espiritual con aires a los años 70, llegando a recordar a veces a un Kamasi Washington dulcificado.

El álbum ha sido producido por la baterista Terri Lyne Carrington y cuenta con una alineación llena de estrellas como Dianne Reeves, Georgia Anne Muldrow o Wayne Shorter. La banda está compuesta por el trompetista Josh Evans, Victor Gould, Orange Rodríguez (sintetizadores), el baterista Enoch Strickland, el percusionista Nêgah Santos y el bajista Ivan Taylor. Además cuenta con el trompetista Wallace Roney Jr, la organista Anastassiya Petrova y el bajista Jahmal Nichols en un trabajo que supera ampliamente la hora de duración.

Casi todas las composiciones del álbum son originales y además cuenta con aportaciones más que sorprendentes como la de la histórica activista de derechos civiles Angela Davis, o la poeta Sonia Sánchez en un disco que examina los matices de lo que significa ser afroamericana y en el que enfatiza las contribuciones de las mujeres a la cultura estadounidense.

Whirlwind Recordings: Lakecia Benjamin (saxofón, sintetizadores) Victor Gould (piano, órgano, rhodes) EJ Strickland (batería) Ivan Taylor (bajo) Josh Evans (trompeta) Wallace Roney (trompeta), Anastassiya Petrova (rhodes, órgano), Orange Rodriguez (sintetizadores) Nêgah Santos (percusión) Jahmal Nichols (bajo), Nicole Neely (viola) Cremaine Booker (chelo)

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Puntuación: 5 de 5.

Mete Henriette – Drifting

Después de la aclamada por la crítica y homónima primera grabación de Mette Henriette llega «Drifting», uno de esos álbumes en los que nos gustaría quedarnos a vivir. Con Johan Lindval al piano, Judith Hamann en violonchelo y ella misma en saxofón, las elaboraciones musicales del trío de Mette se sienten cálidas, cercanas y sutiles pero a la vez tremendamente intensas y evocadoras en un esfuerzo narrativo capaz de llevarnos siempre un paso más lejos.

Mejor que nosotros, Mette dice de su música: «para mí, una herramienta muy importante en el proceso de composición es dejar que las ideas maduren hasta el punto de que comiencen a vivir sus propias vidas. Entonces las cosas salen a la superficie espontáneamente en diferentes piezas y comienzan a interconectarse. Y me gusta jugar con preposiciones en la música. Arrojar luz sobre diferentes cosas desde diferentes perspectivas, jugar con el primer plano y el fondo, reposicionar elementos y voltear arreglos».

Algunas de esas interconexiones se pueden rastrear entre «Across the Floor» y «Chassé», que se encuentran en los pulsos vacilantes correspondientemente y los temas melódicos de ideas afines. O entre «I villvind» y «Rue du Renard», basados en sus amplios arpegios de piano. Un disco maravilloso de principio a fin.

ECM: Mette Henriette (saxo), Johan Lindval (piano), Judith Hamann (violonchelo)

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Puntuación: 4 de 5.

Little North – Wide Open

Tercer disco de esta joven banda danesa y tercer disco que incluimos en nuestros Chocs and Chops. Y es que Little North demuestra que es digno merecedor de recoger el testigo de las grandes formaciones nórdicas de finales de la década de los 90. Menos amplios en su registro que grupos como EST, pero desde luego mucho más expansivos que el minimalismo que ha caracterizado a muchas de las formaciones del mar del norte, Little North nos ofrece en realidad un cocktail musical que navega entre generaciones.

En «Wide Open» se atreven a experimentar en un entorno más libre y quizás menos «previsible» de lo que podíamos escuchar en sus discos anteriores, apostando por una narrativa en la que se dejan llevar por la curiosidad por lo que está pasando, por un descubrirse de «forma inesperada», que conduce los temas con cadencias medias que se arrastran de forma misteriosa, como poemas.

Su uso del espacio, la textura, las técnicas extendidas y, sobre todo, la conciencia y la escucha crean un sonido único meditativo y ensoñador.

April Records: Benjamin Nørholm Jacobsen (Piano), Martin Brunbjerg Rasmussen (Bajo), Lasse Jacobsen (Batería)

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Puntuación: 4.5 de 5.

Bill Laurence & Michael League – Where You Wish You Were

La mera mención de los nombres de Michael League y Bill Laurance hace que uno piense en Snarky Puppy, una de las bandas que han definido parte del jazz de las últimos años. Han pasado casi veinte años desde que el bajista/multiinstrumentista Michael League fundó un colectivo que ha conseguido alzarse nada menos que con cuatro Grammys y que ha tenido en el teclista Bill Laurence, uno de sus protagonistas más destacados casi desde el principio.

Así que este primer álbum que graban juntos, lleva en cierta medida parte del sonido que hacen en Snarky Puppy, pero en una medida mucho mayor, una aproximación diferente a la que nos habían acostumbrado. La pareja apuesta en este caso, por olvidarse de esa forma de crear música que llena estadios, para explorar la intimidad y la fragilidad que se produce dentro de la relación de dos músicos. En el libreto de este disco, Laurence explica como «cada idea de composición tiene mucho peso, y todo tiene un propósito muy específico. No había una sección rítmica para esconderse, en realidad solo se trataba de melodía y acordes. Y estábamos instintivamente tratando de crear un lugar al que la gente quiera ir, que se sintiera reconfortante. Creemos que ahora, tal vez más que nunca, hay una necesidad de tales lugares».

Lo que es particularmente sorprendente, aparte del formato dúo con su enfoque reducido y concentrado, es el carácter sonoro y estilístico particular de la música. Bill Laurance, que con sus propios proyectos y también con Snarky Puppy, a menudo confía en una mezcla de piano y una variedad de sintetizadores, arreglos orquestales y paisajes sonoros digitales, se centra aquí por completo en las posibilidades de un piano de cola acústico, que ha sido «preparado» con fieltro extra para amortiguar las cuerdas. Y Michael League, conocido en otros lugares principalmente como un bajista eléctrico impulsado por el jazz y el groove, toca una serie de instrumentos de cuerda en su mayoría sin trastes de origen mediterráneo y oriental aquí, en primer lugar el oud, pero también una guitarra acústica y eléctrica especialmente construida y un laúd de África Occidental, el ngoni. Toda una experiencia.

ACT Records: Michael League (cuerdas), Bill Laurence (piano)

Puntuación: 3 de 5.

Fred Hersch & Esperanza Spalding – Alive at the Village Vanguard

«Alive at the Village Vanguard» ha sido uno de los álbumes que más expectación ha creado en este principio de año. Sobre todo, por el resultado que podían dar la «extraña pareja» formado por el pianista Fred Hersch y la cantante y bajista Esperanza Spalding. De estilos contrapuestos (clásico y lírico Hersch, vanguardista y conceptual Spalding) parecería que mezclarlos no debería ser la mejor de las ideas.

Y sin embargo este concierto, grabado en 2018 en el histórico club de Greenwich Village, muestra a un dúo comunicándose sobre un conjunto de estándares, con tal complicidad que uno podría llegar a pensar que llevan actuando juntos toda la vida. Juntos capturan el espíritu clásico de los temas, pero también juegan con ellos llevándolos más lejos e incluso cambiando la letra de algunos para que suenen más actuales, como en un «But Not for Me», en el que Spalding (que en este disco solo canta) reformula la elección de palabras la letrista Ira Gershwin para darle un giro más irónico o expone el «Girl Talk» de Neil Hefti y Bobby Troupe, cambiando el significado de la canción sobre la marcha con un punto de vista humorístico y feminista, mientras que el piano de Hersch se muestra mucho más alegre y vivaz de lo que podría ser en un disco de estándares al uso.

La fórmula, que funciona muy bien a lo largo de la primera mitad del disco, se diluye un tanto sin embargo en determinados pasajes que nos llevan a perder parte de la información que si disponían los asistentes esa noche al Vanguard…por lo que se siente más como un maravilloso concierto (me hubiese encantado estar ahí), que como una estupenda grabación en directo…en la que a veces nos perdemos.

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Puntuación: 4 de 5.

Kenny Barron – The Source

«The Source» es el primer álbum en solitario de Kenny Barron desde su histórica grabación de 1981 «Kenny Barron At The Piano». Al igual que en ese disco, «The Source» incluye temas originales de Barron («What If», «Dolores Street», «Sunshower», «Phantoms»), temas de Thelonious Monk («Téo», «Well You Needn’t»), y composiciones de Duke Ellington/Billy Strayhorn («Isfahan»).

Al igual que su predecesor de 40 años, «The Source» sirve como una conexión emocional directa entre Barron y el oyente, abandonando todo tipo de pretensión y mostrando la música tal cual es, de la forma más honesta que podamos imaginar. Y aquí Barron es un maestro tanto en el jazz como en otros estilos por los que transita a lo largo del disco, como la música clásica, el blues, la bossa nova o la improvisación libre.

A partir de aquí, un disco que debería ser escuchado con atención por todos los que disfrutan del piano en solitario, que aman la tradición por supuesto, pero que también aprecian dar un paso más.

Artwork records: Kenny Barron (piano)

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Puntuación: 4.5 de 5.

Brian Blade & The Fellowship Band: live from the archives

Para aquellos que no pudieron estar cerca para ver a Brian Blade y la Fellowship Band a principios de la década de 2000, «Live From The Archive» es un regalo. Grabado dos años después del nacimiento de una de las formaciones de jazz más influyentes de la década, se presenta como un falso bootleg de una de sus actuaciones en el famoso Blues Alley de Washington DC.

Formada en 1997, The Fellowship Band surgió en realidad de la unión de Brian Blade y Jon Cowherd a finales de la década de 1980 cuando eran estudiantes de música en la Universidad de Loyola en Nueva Orleans. Una vez oficializados como banda, el grupo produciría cinco álbumes de estudio antes de que este «Live From The Archives», fuese grabado de forma semi-clandestina en un trabajo que ahora afortunadamente, sale a la luz.

Con composiciones escritas tan solo meses antes de este bolo, encontramos tanto a Blade como a Cowherd y Kurt Rosenwinkel en pleno estado de forma, a quienes se suman Melvin Butler y Myron Walden en un maravilloso viaje onírico cuya pista de aterrizaje se encuentra en algún lugar entre el «Brian Blade Fellowship (1997)» y el  «Body And Shadow» (2017).

Bootleg: Brian Blade (batería) Kurt Rosenwinkel (guitarra), Melvin Butler (saxo), Myron Walden (saxo) Jon Cowherd (piano), Christopher Thomas (bajo)

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Puntuación: 4 de 5.

Butcher Brown Presents – Triple Trey

Desde su creación en 2013, el colectivo Butcher Brown ha utilizado el jazz como marco para la experimentación, transformándolo en cualquier híbrido que puedan imaginar. El álbum que se lanza en septiembre de 2022 pero que no llega a plataformas hasta finales del mes de diciembre, está liderado en este caso por el artista de hip-hop Tennishu y la R4ND4ZZO BIGB4ND.

En sus composiciones hay jazz por supuesto, pero también hay soul, funk y otros experimentos a los que se suman artistas como Pink Siifu y Alex Isley y que sirven de base, como solemos apuntar en este tipo de discos, para explorar las fronteras del jazz sin caer de forma descarada en otros géneros.

La calidez y el equilibrio son las claves de sus canciones: la voz barítono del vocalista Marcus «Tennishu» Tenney actúa como un instrumento de acompañamiento, acurrucado y rodeado de percusión y un atractivo coro de metales, llevando la música urbana a la estructura clásica de una Big Band.

Concord Records: DJ Harrison (teclados), Corey Fonville (batería), Andrew Randazzo (bajo, trompeta, saxo) trumpeter / saxophonist / MC Marcus “Tennishu” Tenney (voz) Morgan Burrs (guitarra)

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Puntuación: 4 de 5.

Wolfang Haffner – Silent World

Es el baterista alemán de jazz más conocido en todo el mundo y encontramos su nombre en los títulos de crédito de más de 400 álbumes, entre sus proyectos como líder y sideman. A raíz de la pandemia, el baterista se preguntó cómo era su huella personal en un mundo que le mantenía «recluido» en casa, lejos del ajetreo que ha marcado su vida personal en las últimas décadas. Por primera vez y sin «ningún ruido de fondo que me distrajera, pude preguntarme qué quería hacer en realidad» explica.

«Silent World» trata sobre la esencia de ser humano, un mensaje que Haffner señala claramente con títulos concisos como «The Peace Inside», «Hope» o «Belief». «A veces estamos despiertos, a veces en el mundo de los sueños, pero siempre hay una melodía que entender y un pulso que sentir» continúa, y esos puntos de referencia dan una base para que el oyente se concentre y disfrute de la música a fondo.

Menos es a menudo más, y es precisamente este sentido de claridad y simplicidad lo que Haffner aspiraba a lograr en este trabajo. Para este propósito reunió con el bajista Thomas Stieger; el pianista Simon Oslender, y la vocalista Alma Naidu, que despliega su timbre como voz instrumental a lo largo de cuatro tema, así como el trompetista Sebastian Studnitzky.

Junto con Haffner, estos músicos nos dan las bases sobre las que algunos de los amigos más ilustres del baterista pueden hacer brillar su calidad, como son el saxofonista Bill Evans, el multinstrumentista Till Bröner o el trombonista Nils Landgren.

ACT Records: Simon Oslender (piano y teclados) Thomas Stieger (bajo) Sebastian Studnitzky (trompeta) Bill Evan (saxo) Till Brönner (corneta), Nils Landgren (trombón) Dominic Miller (guitarra) Mitchel Forman (sintetizadores) Alma Naidu (voz) Rhani Krija (percusión) Nicolas Fiszman (bajo) Norbert Nagel & Marc Wyand (saxo, clarinete), Wolfang Haffner (batería).

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Puntuación: 4 de 5.

Dezron Douglas – Atalaya

Dejamos para el final de nuestros primeros Chocs and Chops de 2023, un enorme disco en directo que rescatamos de 2022; el «Atalaya» del bajista Dezron Douglas.

Los seguidores del jazz contemporáneo podrían reconocer a Dezron por su trabajo junto a Pharoah Sanders, Louis Hayes o Ravi Coltrane. Otros podrían conocerlo como el nuevo miembro de la banda Trey Anastasio o por sus colaboraciones junto al baterista Makaya McCraven y la arpista Brandee Younger.

Con Emilio Modeste en los saxoss, George Burton en las teclas y Joe Dyson Jr. a la batería, el equipo de Dezron evoca en «Atalaya» el dinamismo del cuarteto clásico de Coltrane, el quinteto de Dave Holland, o el sonido de Charles Mingus en «Nostalgia In Times Square», sin que sin embargo no hay nada revisionista. Juntos tocan de forma poética y libre, apostando por ciertas disonancias aquí y allá, con la tradición de los años 60 siempre en el retrovisor pero sin forzar su presencia. Entran de repente en el terreno del free jazz, para después volver al post-bop de forma abrupta o sin que nos de tiempo a recuperarnos, saltar al jazz modal, en rápidos cambios de estructura y ritmos.

International Anthem: Dezron Douglas (bajo), Emilio Modeste (saxo), George Burton (teclados) Joe Dyson (batería)

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