Un acontecimiento único que se celebra desde hace ya 21 años en el corazón del Parque Natural de Cabo de Gata y que este año ha querido premiar de alguna manera la labor del concertista almeriense en pos de la cultura y la música en Andalucía. Reconocimiento merecidísimo, porque pocos grupos del género en España pueden presumir a día de hoy, por ejemplo, de haber tocado con una de las arreglistas y compositoras más importantes de las últimas décadas, la estadounidense María Schneider. Con ella volverán a subirse al escenario el próximo mes de noviembre en el Bijloke de Gante (Bélgica), llevando el talento de los músicos andaluces al mismísimo centro del continente europeo.
Desde la organización del festival también se quiso remarcar en los momentos previos al inicio del concierto, la ayuda que necesita Clasijazz para continuar su camino, y no dudaron en pedirla de manera directa a los espectadores. Y es que después de 22 años las dificultades económicas a las que se enfrenta el proyecto parecen poner en peligro su existencia.
En esta ocasión, los músicos de Clasijazz salieron al escenario caracterizados con ropas, cascos y sombreros de época y junto unos invitados de lujo: el trío de cantantes de swing ¨Jazzyclass sisters¨ y los bailarines de lindy-hop y swing Elena Romero y Staffan Björklund. Muy apropiado sin lugar a dudas para ilustrar el título del evento: ¨el swing y el jazz vocal entre guerras¨.
Sobre esta base, Pablo Mazuecos dirigió a su big band desde un piano Steinway & Sons sin dudar ni un momento en lo que realmente quería transmitir a los asistentes: ayudado por las voces impecables de Sara Marcos, Ana María Jiménez e Isabel Hernández, sacaron la artillería pesada de entre guerras de principio de siglo con un repertorio elegante, pulcro y divertidísimo. Allí interpretaron algunos de los temas más famosos de las Andrew Sisters, quienes popularizaron el swing y el boogie-woogie en las décadas de los 40 y los 50. No faltaron los clásicos «Hold tight hold tight”, ¨I’ll be with you in apple blossom time» y «Rum and Coca-Cola».
Glenn Miller fue otro de los grandes protagonistas de la noche, con sólidas interpretaciones por parte de la banda de los famosísimos ¨In the mood¨ y ¨Moonlight serenade¨, que terminaron de animar a un público entusiasmado con la banda. Tampoco faltó un poco de Ella Fitzgerald en la voz inconfundible de la mezzosoprano Isabel Hernández, quien con una personalidad arrolladora que implicó al público en cada uno de los temas, interpretó limpiamente el ¨Blue Skies¨ de la cantante estadounidense en uno de los momentos más emotivos de la noche. Una velada en la que fue un verdadero placer escuchar a las tres voces de ¨Jazzyclass sisters¨ y a los músicos impecables del grupo de Pablo Mazuecos bajo el manto de estrellas en que se convirtió la noche veraniega del pasado viernes en Rodalquilar. Especial mención a la sección de vientos, versátil y constante, que supo imprimir un carácter desenfadado a la banda.
Al terminar el concierto tuve la suerte de charlar con la propia Isabel Hernández y con Pedro Pastor, trombón de la Clasijazz, y comentábamos la alegría que transmitían todos sobre el escenario, porque se podía sentir lo mucho que disfrutaban con cada nota interpretada. Y por suerte, como la alegría es contagiosa, los espectadores abandonamos el recinto del festival en Rodalquilar con unas ganas inmensas de ponernos a bailar, y con una sonrisa de oreja a oreja que sólo Morfeo fue capaz de arrebatarnos bien entrada la noche. Un espectáculo musical totalmente recomendable que a buen seguro supondrá un hito más en la historia de la banda almeriense.
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