Vitoria

Live in Jazz Vitoria 2022 (II)

Tras un primer día en el que el jazz se impuso al calor en Vitoria, aprovechamos nuestra segunda jornada en la capital vasca para disfrutar de algunas de las actividades de calle que nos proponía el festival y disfrutamos acompañados de un vermut, del homenaje que el North Coast Quintet (Iñaki Echegoyen, Nerea Arrieta, Binden Garro, Fran Serrano y Rafa Bataglia) hacía a grandes como John Coltrane o Miles Davis, en la Plaza de la Provincia de la capital vasca. 

Antes de eso, no quisimos dejar escapar la ocasión de visitar Vinylora, una maravillosa tienda de vinilos situada en el casco viejo en la que pude encontrar el “Activate Infinity” de The Bad Plus. Un win-win en toda regla. Si el día empezaba bien, no tardaría en mejorar con el primer concierto de la tarde, el de un James Brandon Lewis que superó nuestras expectativas.

James Brandon Lewis

Os contábamos antes de comenzar el festival que en el concierto de James Brandon Lewis habíamos puesto casi todas nuestras esperanzas y desde luego que este maravilloso saxo tenor cumplió con nota.

Acompañado por el pianista Aruan OrtizChad Taylor a la batería y Brad Jones al contrabajo, el neoyorquino nos ofreció uno de esos conciertos que perfectamente podríamos haber escuchado en el Village Vanguard de los años ’60. 

Una explosión de sonido a lo John Coltrane que, sin embargo, no solo no se limitaba a seguir el camino marcado por el el autor de “Giant Steps” o “A Love Supreme”, sino que iba más allá explorando nuevas y personalísimas formas del jazz actual, ahora entrando ligeramente en el terreno del free, ahora nadando en un jazz introspectivo…exhibiendo una técnica solo al alcance de unos “pocos escogidos”.

Con temas pertenecientes a sus álbumes “Code of Being” y “Molecular”, asistimos maravillados a esa exploración casi biológica que hace del sonido y un último solo impresionista en el que uno a uno fueron sucediéndose las primeras notas de algunos de los estándares más conocidos de este género musical.

Xavi Torres Trío – Miguel Zenón

Dicen que si se presenta una buena oportunidad no puedes dejarla escapar. Y eso es precisamente lo que hizo Xavi Torres cuando poco antes de este festival, Miguel Zenón le preguntó si no podrían tener la oportunidad de volver a coincidir próximamente en un escenario. “¡Ven a Vitoria!” le propuso entusiasmado y, el que es uno de los mejores saxos altos del momento, no se lo pensó.

Acompañados por Toni Felices al contrabajo y Andreu Pitarch a la batería, el concierto fue todo un “duelo” de virtuosos entre piano y saxo, sucediéndose el protagonismo en algunas de las más de 100 composiciones sin título, que Xavi Torres escribió durante el encierro más duro de la pandemia.

Si Brandon Lewis había impresionado tan solo unas horas antes con el tenor, Zenón demostró por qué a día de hoy pocos (por no decir ninguno) músicos pueden “hacerle sombra” en un saxo alto lleno de frecura y un fraseo melódico perfecto que se movía entre el jazz de vanguardia y los orígenes del músico puertorriqueño. 

Por su parte, el trío de Xavi Torres demostró que si de algo andan sobrados es de clase, llenando Mendizorroza de armonías llenas de pasión y dinamismo, siempre alegre, muy en la línea del jazz europeo que promueven sellos como ACT. 

Arturo Sandoval

Chocaba en un cartel en el que había una apuesta decidida por el jazz actual y la vanguardia, la figura de Arturo Sandoval como una de las grandes estrellas del festival de este año.

El trompetista cubano hace tiempo que se conforma con exhibir su estatus de leyenda y acude a los festivales para recordar ese pasado que tal vez siempre fue mejor. Y sin embargo, entregado a lo que sin duda fue una noche mágica nada de eso importaba. 

Arropado por una banda magistral, lo de menos era que sus limitaciones físicas le impidieran tocar la trompeta más que algunos minutos; que intentase cantar y desafinara; que hiciese chistes de un gusto bastante cuestionable o que contase chascarrillos sobre Charlie Parker y Dizzy Gillespie. El que tuvo retuvo y cuando atacaba la trompeta, volvía a emerger la calidad de ese músico excepcional que ha cambiado para siempre el jazz latino. 

Ninguno de los artistas que han pasado por Vitoria este año han conseguido conectar con el público de la misma forma que lo ha hecho Sandoval, haciéndolo bailar de forma desenfrenada con temas como “El maniseo” o “Timba de la buena”. Se resistió eso sí a las peticiones de un aficionado del público que le pedía insistentemente que tocase “Night in Tunisia” y de otra más, que le suplicaba que la sacase a bailar sobre el escenario. Un auténtico espectáculo.

Terminado un show en el que tuvimos que frotarnos los ojos para comprobar que a lo que habíamos asistido no era un viaje lisérgico sino un concierto muy real, acabamos esta vez sí, en la jam del Silken Ciudad de Vitoria hasta altas horas de la noche. Al día siguiente nos esperaban más sorpresas: Kassa Overall, Theon Cross y Robert Glasper.

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