«Piano Jazz»: el programa de Marian McPartland que escuchaba Diana Krall en su adolescencia

Investigando sobre Alice Coltrane en 2020 para uno de mis primeros artículos en este blog, descubrí que NPR no solo tiene una colección estupenda de «Tiny Desks» sino el archivo de «Piano Jazz» de Marian McPartland accesible en la web.

Piano Jazz es un programa de difusión de jazz que creó la NPR y que se le ofreció a Marian McPartland para que lo dirigiese y presentase. Arrancó en 1978 y se transmitió durante más de tres décadas en la radio pública de Estados Unidos. Algo extraordinario de este programa es que no son entrevistas al uso sino más bien conversaciones entre músicos, con alta dosis de espontaneidad y humor, y con “jam” incluida como parte del programa. El programa es por tanto una acumulación de material inédito, una mina de diamantes.

El programa se grababa en Nueva York en el Baldwin Piano Showroom de la calle 59. Según cuenta la propia McPartland, solía probar todos los pianos disponibles en el establecimiento y elegía dos para el programa que luego se colocaban en paralelo. Las conversaciones entre el artista invitado y la propia Marian eran conversaciones sobre música interesantísimas, amenas y cercanas incluso cuando la propia Marian estaba nerviosa por la relación personal que mantenía con el invitado/a. Por el programa pasaron un buen puñado de leyendas del jazz instrumental y del jazz vocal, desde los remotos tiempos del Boogie Boogie y el swing hasta leyendas del jazz moderno como Chick Corea o Pat Metheny.

Un elemento característico del programa son los duetos de piano que mantiene la propia Marian con sus artistas invitados, y las conversaciones en torno a armonía con pruebas de acordes en directo.

El tema de presentación del programa, Kaleidoscope,  era un tema suyo propio que tocaba en directo durante el comienzo y la mitad del programa.

Nos cuenta Diana Krall en el documental que se hizo sobre la vida y carrera de Marian McPartland que ella escuchaba habitualmente ese programa durante su adolescencia con sus padres y que un día decidió llamarla por teléfono para pedirle consejo sobre cómo introducirse en el mundo del jazz de Nueva York. Y Marian McPartland devolvió aquella llamada, algo que causó revolución en aquel hogar de aficionados al jazz.

Marian McPartland fue una de las dos únicas mujeres instrumentistas que aparecen en la legendaria foto de A Day in Harlem de 1958, junto a Mary Lou Williams, curiosamente también su primera invitada a este programa de radio. Marian McPartland tuvo una carrera extensísima, incluyendo una fértil etapa como líder de combo en The Hickory House en la década de los 50.

Marian McPartland en el Hickory House

El magnífico trabajo de divulgación que hizo a través de la radio, en su programa, es solo una muestra – bien relevante desde luego – del papel tan importante que ella ha jugado en la historia del jazz. En parte también por ser ese gran referente que ayudó a que muchas otras mujeres de las generaciones siguientes se sintiesen más seguras a la hora de emprender una carrera musical en un mundo dominado por hombres. Pero no solamente por eso. Las fotos, vídeos y grabaciones que nos han llegado a nuestros días nos revelan una artista con carisma, gran sentido del humor y un enorme entusiasmo por lo que hacía.

En sus programas confiesa en ocasiones con honestidad y gracia sus límites en comparación con la técnica de otros grandes del jazz, e incluso a veces también se pone a prueba tocando con sus artistas invitados.

Es extraordinario poder bucear en este archivo de radio que hacen de los días lluviosos o los paseos solitarios un extraordinario viaje en el tiempo a esos días de radio. Aquí una selección personal de cinco de programas muy especiales:

Mary Lou Williams, 1978 

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Cuenta la escritora Linda Dahl en su biografía de Mary Lou Williams que «el encuentro grabado muestra lo puntillista que podía ser Mary con las respuestas arrolladoras que daba a su dulce anfitriona, pero es también un buen ejemplo del brillo de Mary en sus últimos días, con una interpretación furiosa de Morning Glory, un Rosa Mae aderezado y un “I Can’t Get Started” brilliante.» (traducción propia)

Creo que dicha cita expresa mejor que yo podría hacerlo la particularidad de dicho programa, que en cierta manera fue también un nuevo reencuentro entre dos artistas que se habían distanciado en lo personal durante un tiempo.

Bill Evans, 1978

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Al igual que ocurrió con Mary Lou, el de Bill Evans es una conversación con un artista en su etapa de madurez y no mucho antes de su muerte. La conversación gira en gran medida en torno a la evolución de la técnica del artista, pero hay algo más que eso. Y lo que hay sobre todo es unas interpretaciones delicadas y exquisitas, empezando con la breve muestra de Waltz for Debby, ajustándose a la forma más original o primera de haber ideado sea pieza.

Alice Coltrane, 1981

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Esta conversación es mucho más que una conversación. Es un retrato magnífico de la personalidad espiritual y profunda de Alice Coltrane y una muestra del talento más puro de la artista, sin estar impregnada de sintetizadores de los años 70, que en mi opinión eclipsan en ocasiones la profundidad y belleza de su música. Las interpretaciones de tres se sus temas propios, Transfiguration, Prema, y One for the Father, ponen los vellos de punta. Es un programa al que volveré siempre, porque tiene algo especialmente reconfortante escuchar a Alice, conservada para la eternidad en estos archivos digitalizados.

Chick Corea, 1987

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Justo al contrario que en el caso de Alice Coltrane, la entrevista a Chick Corea tiene mucho sintetizador, concretamente los equipos que él tenía en su estudio Mad Hatter de Los Ángeles, el mismo sitio al que se desplazó Marian McPartland para grabar este programa. Lo que ahora nos puede parecer muy pasado de moda, en ese momento tenía todo un punto futurista y experimental, y en ese sentido resulta divertido y casi digno de museo escuchar a Chick Corea hacerle las demostraciones de los juegos sonoros que podía crear con sus instrumentos electrónicos a una ya madura Marian McPartland que dice sentirse como Alicia a través del Espejo en ese lugar. Sin embargo, al final las ganas le pueden y acaba haciendo un estupendo dueto tocando el Fender Rhodes de Chick Corea para tocar uno de los grandes clásicos del compositor: Crystal Silence.

Dave Brubeck, 1997

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Este es quizás uno de los programas más divertidos. El sentido del humor de Dave Brubeck se agudiza con la chispa que tiene la propia Marian. Quizás es en parte efecto del directo, ya que en esta ocasión este programa se grabó con público en la tienda Borders Books and Music de Washington DC. Ecléctico en su contenido, destacan las anécdotas de Brubeck en su paso por Polonia y su particular homenaje a Frederic Chopin, pero también la divertida pieza compuesta por Brubeck, nombrada y dedicada a Marian McPartland.

Cuando Marian McPartland se jubiló del programa, el pianista Jon Weber le relevó en 2012, y con él llegaron también entrevistas a artistas actuales como Jon Batiste, Cécile McLorin Salvant o Kris Bowers.

Parte del proceso de documentación para este artículo se basa en el estupendo documental “In Good Time: The Piano Jazz of Marian McPartland” disponible en alquiler en Vimeo. Al mismo documental le debemos los créditos de todas las fotografías empleadas aquí.

«Piano Jazz»: el programa de Marian McPartland que escuchaba Diana Krall en su adolescencia comentarios en «3»

  1. En la foto «A great day in Harlem» aparecen tres mujeres, las pianistas Marian McPartland y Mary Lou Williams y también la cantante Maxine Sullivan.

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