Jazz is Dead

Jazz is Dead: el nuevo sello que no te tienes que perder

Lo hemos dicho muchas veces: una nueva generación de artistas de todos los países han acabado por convencerse de que el futuro del jazz pasa por su hibridación con otros estilos musicales como el hip-hop o el reggae, pero también con la música electrónica y otros ritmos urbanos.

Lo que tal vez no sepan demasiados, es que Adrian Younge y Ali Shaheed Muhammad son dos de los primeros productores que antes han sabido ver cómo está cambiando la escena del jazz en determinados ambientes y han propiciado ese cambio a través de un nuevo sello musical tan provocador, que el propio nombre es toda una declaración de intenciones: Jazz is Dead

Que nadie se confunda. Ni Younge, ni Muhammad tenían hasta hace muy poco, ninguna relación con el jazz. Todo lo contrario. Younge era conocido en el circuito por su trabajo junto a pesos pesados del hip-hop como Wu-Tang Clan, Souls of Mischief o Jazy-Z. Por su parte, Muhammad formó parte del conocido grupo de hip hop A Tribe Called Quest y la formación de neo-soul Lucy Pearl. Su llegada al jazz es por lo tanto accidental aunque desde luego, del todo afortunada.

La aventura comienza en el año 2013. Durante una gira en la que coinciden ambos, Younge le pide a Muhammad si puede trabajar en algunos arreglos para “There Is Only Now” un tema de precisamente, “Souls of Mischief”. Posteriormente y tras algunas colaboraciones esporádicas, deciden formalizar su unión y producen en 2018 “The Midnight Hour” un LP que fusiona el “hip-hop jazzístico” de Muhammad con el funk y el soul psicodélico de Younge.

Todo habría quedado aquí si, al poco del lanzamiento del disco, el promotor de conciertos Andrew Lojero y el veterano de la industria Adam Block no hubiesen contactado con ambos y entre todos no hubiesen decidido poner en marcha una serie de conciertos que bajo la nueva marca, “Jazz is Dead” iban a cambiar unas cuantas cosas en el panorama.

Jazz is Dead

Jazz is Dead: de salir de gira, al sello

“Llevar al jazz al siguiente nivel”. Este era el objetivo declarado de los conciertos organizados por Jazz is Dead, que comenzó a poner sobre los escenarios a figuras muy conocidas dentro del hip hop, el dance y otros ritmos urbanos pero que no parecían en principio tener una conexión muy definida con el jazz… como Roy Ayers, Brian Jackson o Marcos Valle. Además por supuesto, tanto Younge como Muhammad protagonizaban buena parte de los shows que organizaban.

Y sin embargo, pronto comenzaron a ver cómo a través del esos ritmos, se podía efectivamente llegar al jazz. Así, Younge explicaría en un artículo para DownBeat que “el hip-hop sirve como un conducto hacia el pasado. Porque si no fuera por el hip-hop habría mucha música que no conocería. Muchas veces en la cultura negra cuando acabamos con algo, no hay vuelta atrás. Y sin embargo, con el hip-hop se ha cambiado la tendencia. El hip-hop ha permitido llevar la cultura de los discos de vinilo y el jazz al siguiente nivel”.

Una vez que vieron que no solo a los conciertos acudía un público joven y no solo, sino que también se interesaba por el jazz que se estaba implícito en todo aquello, el siguiente paso a dar parecía obvio: poner en marcha su propio sello. Y no tardan en hacerlo.

A principios de 2020 publicaban “Jazz is Dead 001” su primer LP, ofreciendo no solo parte de los temas que habrían preparado para sus primeros conciertos, sino también de otros artistas como Gary Bratz, Doug Carn o Azymouth. ¿Y a qué suenan? Si os acordáis del «Dinner Party» (Terrace Martin, Robert Glasper, 9th Wonder, Kamasi Washington) que os recomendábamos hace unos meses, os podéis hacer una buena idea de lo que esperar.

Desde entonces, no han parado. Hasta el momento el sello ha producido seis grandes compilaciones (la actual es “Jazz is Dead 006”, además de discos “monográficos” que reflejan el trabajo de sus artistas. Todo lo que producen tiene ese toque de lo especial y diferente. Y sí, resulta presuntuoso decir que este sonido representa el futuro del jazz (la misma proposición se nos antoja desde luego tramposa), pero sí que estamos seguros de que lo que producen estos chicos es música capaz de conectar con todas esas audiencias que pueden llegar al jazz, como afirma Younge, recorriendo el camino inverso. Hay aquí un tour de force una evolución real en el lenguaje musical que emplean.

Por supuesto, no son los únicos que han comenzado a transitar por este camino. Con sus particularidades, Jazzre:freshed (BlueNote) y Revive Music son proyectos muy parecidos y con los que Jazz is Dead colabora además frecuentemente. ¿Os acordáis de cuando la semana pasada os contaba eso de la segunda edad dorada del jazz? En algunos aspectos, por aquí van los tiros.

1 comentario en «Jazz is Dead: el nuevo sello que no te tienes que perder»

  1. Hola Rudy!!! Los estoy escuchando y me parecen muy interesantes aunque no diría que es nuevo. A mi me ha sonado mucho a la música que se hacía a principios de los años 70, aquel fusion jazz que se alejaba del jazz rock y del progresivo. Ritmos latinos y brasileños mezclados con el soul jazz y el funk propio de la época. Y me parece que las dosis de hip hop son casi homeopáticas. Beben de todo, cosa inherente al buen jazz aunque los puristas son incapaces de entenderlo. Gracias!!!!!

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